sábado, 25 de febrero de 2012

Reflexión Sábado 25 de Febrero

UNA ESPECIAL VASIJA DE BARRO 


Leí en un libro una frase que impactó mi vida...

" El orgullo no te deja conocer a Dios realmente, porque al sentirte mayor que los demás no te deja ver claramente que hay alguien mucho mayor que tú." Para conocer a Dios es necesario que te humilles y reconocer nuestra condición ante Él, para que después levantes tu mirada y admirares su grandeza.

                                                     LEER 2 CORINTIOS 4:5-7                                              
Pablo quiere dejar algo muy claro en este pasaje, quiere dejar claro de que el poder es solo de Dios. Pablo usa la palabra "ostrakinos" para nombrar a aquellos que llevan el evangelio de Jesús. Esta palabra normalmente se traduce a nuestro idioma como "vasos de barro" pero esta definición queda demasiado corta en comparación a lo que realmente significa, porque se refiere a una vasija de barro cocido, sin refinar, barata, fea  y sin valor. Pablo esta diciendo que la luz del evangelio, la luz del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo brilla en maceteros de barro.

Pablo esta diciendo que la verdad más hermosa del mundo, que la belleza más inexplicable, reside en nosotros, reside en vasijas de barro,


Que pasa entonces con nosotros que tendemos a olvidar lo que somos, que pasa que de alguna manera hemos olvidado lo más importante, la humildad, el reconocer que sin Dios no podríamos hacer nada. El reconocer que Dios fue quien la vida nos dio y que estamos aquí porque el sin razón alguna decidió amarnos.

Dice la Biblia que Dios resiste a los soberbios y exalta a los humildes. La humildad es una cualidad muy rara en nuestros días, es algo que parece que el mundo se ha olvidado.Pero es algo que Dios quiere nazca y crezca en tu vida. 

Jacobo y Juan aprendieron a que la humildad era un elemento vital para el ministerio de Jesús. Juan aprendió el equilibrio entre la ambición y la humildad, Moisés aprendió que la mansedumbre iba a ser el pilar de su liderazgo. Hoy nosotros tenemos que aprender lo mismo.

Los que quieren llegar a ser grandes deben primero a aprender a ser humildes! Porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido! Una y otra vez Jesús enfatizó en esa verdad en sus discípulos! 


Y lo podemos ver de la forma más clara en el ministerio de Jesús:

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
    6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
    7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
    8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
    9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
    10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
    11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Jesús es nuestro mayor ejemplo de humildad, y Pablo describe de una manera impresionante la humillación voluntaria de Cristo, y también la exaltación de Jesús. A Jesús no le importo ser igual a Dios, no le importó dejarlo todo en su reino, para venir a la tierra y ser obediente su Padre, sin importarle que esa obediencia lo llevaría a la humillación más grande en ese tiempo de morir en una cruz.
Jesús se humilló a si mismo para abrir un camino al Padre por el cual el mundo pudiera ser salvo y tener vida eterna. Jesús fue obediente a su Padre sin importar las consecuencias de lo que eso significaría.
Jesús fue obediente y demostró el acto más grande de humildad que el universo entero haya visto, pero Dios no quiere que solo nos quedemos con haberlo visto.
Por eso Dios nos dice a través de Pablo "Haya pues en vosotros ese mismo sentir..." 

Si ese mismo sentir de humildad. Ese sentimiento que hizo a Jesús hacer todo lo que hizo por nosotros. Ese es el mismo sentimiento que debe haber en nuestros corazones. Cuantas veces Dios nos pide hacer algo y luchamos con la duda si hacerlo no, porque nos importa lo que los demás piensen. Que nada nos importe con tal de obedecer a Dios, con tal de llevar su palabra hasta lo último de la tierra.
Dios quiere que haya en ti, ese mismo sentir que hubo en Jesús.Porque al final Dios es quien exaltará tu vida por la humildad que le has mostrado.
Somos basos de barro cocido, pero llevamos en nosotros el tesoro más grande, el regalo más hermoso, la luz del evangelio de Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario