LEER ÉXODO 2:11-4:17
Al ver la historia de Moises y recordar todas las proezas y milagros que Dios hizo por medio de él, no podemos más que admirar su vida y su liderazgo, de hecho dice la Biblia de que en Israel no se volvió a levantar profeta tan grande como Moisés que haya visto a Dios cara a cara. (Deuteronomio 34:10-14). Aquí en este pasaje es donde la historia de Moisés termina, pero donde empieza es muy diferente.
Pero un día "años después cuando Moisés ya era adulto, fue al lugar donde los hombres de su pueblo trabajaban como esclavos. De pronto vio que un egipcio maltrataba a un israelita, miró para todos lados, y como no vio a nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena" Éx, 2:11-12 (TLA)
En el momento cuando Moisés ve como este egipcio maltrata a este esclavo hebreo, su corazón hebreo empezó a latir más fuerte y decidió por mano propia tomar venganza. Sus ganas de impedir el daño a su pueblo fue más grande que su razón. Al no poder controlar su enojo, y llenarse de ira pensó que podía hacerlo con sus propias manos.
Hasta este momento solo podemos ver un hombre que no podía tolerar la humillación a su propio pueblo, y que en su poca prudencia intentó arreglar con sus propias fuerzas, un problema que se salía de sus manos. Pero esa llama que ardía en el corazón de Moisés por la justicia de su pueblo sería lo que Dios usaría para liberar a los suyos, siempre y cuando estuviera moldeado en humildad y en mansedumbre.
Las consecuencias de su falta no se dejaron esperar, el Faraón al darse cuenta quiso darle muerte a Moisés.
Como resultado de este incidente Moisés es rechazado completamente por la casa del Faraón, es rechazado por la familia que lo adoptó como su hijo, y más que eso es rechazado por su propio pueblo, su verdadera familia lo menospreció. Pero Dios conocía el corazón de Moisés y Dios si sabia ver como un gran instrumento aquello que los israelitas habían visto de menos.
La Biblia hasta este punto nos muestra tres detalles la vida de Moisés:
Creía que podía por justicia propia defender a su pueblo, su ira desbordada y el Rechazo de los suyos. Muchas veces nosotros creemos que podemos con nuestras fuerzas hacerlo todo, cuando solo nos lleva a cometer errores. Pero hace falta una última característica de la vida de Moisés, y esa es su poca valentía al querer desobedecer. Al salir corriendo de Egipto Moisés pasó 40 años lejos de Egipto. Sería ahí en Donde Dios se revelaría a Moisés después de muchos años.
Cuarenta años tuvieron que pasar para que Dios tocara a la puerta de Moisés, quien puso montón de excusas para no aceptar el llamado de Dios, ya sea por dudar, por tener miedo, o por cualquiera que sea la razón Moisés quiso decirle no al llamado de Dios. Puso de excusa de que no podía hablar en público, puso de excusa de que lo rechazarían, de que no le harían caso, cuantas veces vos has puesto las mismas excusas?? A Dios no le importó lo que Moisés no podía hacer, Dios miraba lo que Moisés si podía hacer a través de Él.
Un Moisés bien diferente al que conocemos por sus grandes obras, hasta el más grande libertador de la historia de Israel, tuvo un comienzo poco favorable. Pero Dios fue más grande que la poca elocuencia de Moisés fue mayor que cualquier excusa que Moisés pudo haber puesto, cuando Dios llama, las excusas que podamos poner no son nada en comparación al poder de nuestros Dios. Que excusas has estado poniendo vos en tu vida para no obedecer? Que es lo que te da miedo al aceptar el llamado de Dios? Eso a lo que temes, Dios ya sabe como usarlo en grandes cosas.
Moisés después de haber pasado por la transformación de Dios fue uno de los más grandes héroes de la fe. Si Dios lo hizo con la vida Moisés. Qué no podrá hacer con la tuya?
Algunas de las características antes mencionadas tienen alguna similitud en tu vida? Lea y mira en lo que Dios convirtió aquellas debilidades de Moisés.
3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. (Números 12:3)
24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. 27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. (Hebreos 11:23:27)
10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; 11 nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, 12 y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.
En esto se convirtieron todas las excusas y errores de Moises, Dios puede hacer lo mismo en tu vida.
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