martes, 28 de febrero de 2012

Reflexión Martes 28 de Febrero



ELIGE LA BENDICION
LEER GÉNESIS 13:5-13,  GÉNESIS 19.

En Génesis se narra paralelamente la vida de dos personajes. Dios a través de estas dos historias hace un contraste bien marcado de dos hombres que tuvieron el mismo comienzo, que eran de la misma familia, y hasta cierto punto con caminos semejantes pero que tuvieron diferentes resultados, causado por las decisiones que en momentos difíciles tomaron.
Cuando Dios llamó a Abraham, y le prometió que si familia iba a ser una gran nación, emprendió su camino acompañado de Lot su sobrino. Después de un tiempo juntos, por diversos problemas, tuvieron que separarse. A la hora de decidir que camino tomaría cada uno Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán, dice la Biblia que Lot levantó su mirada y vio que era como el jardín del Edén por lo hermosa que era aquella tierra que llegaba hasta Sodoma y Gomorra. Lot fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma, mientras que Abraham acampó en la tierra de Canaán. 

Lot lo que realmente quería era ganar más tierras y expandir su territorio. El quería más riquezas. Mientras que Abraham tenía su mirada puesta más allá, el buscaba el cumplimiento de la promesa que Dios le había hecho (Gn. 12:1-4).
Abraham permanecía firme esperando "la ciudad que tiene fundamento, cuyo arquitecto y constructor es Dios". (Heb. 11.10).
Aquí es donde empieza a verse como el resultado de ambos es muy diferente.
Porque eran dos personas justificadas por Dios, llamadas a ser parte del pueblo santo, pero con decisiones totalmente diferentes. 

Lot no podía ver con ojos de fe, no podía ver que más allá estaba la tierra que Dios les había prometido, y su elección lo llevo a separarse de las bendiciones que Dios le ofrecía. Y si, su decisión lo llevó a alcanzar el poder y las riquezas que el quería pero las consecuencias que llegó a enfrentar fueran desastrosas.
Abraham por otra parte, vivió como extranjero en una tierra sin poder poseerla, pero creyendo que un día esa tierra le pertenecería a su descendencia, en la cual se cumple la promesa Dios de levantar una nación de su él. Dios cumplió esa promesa cuando Abraham a sus 100 años de edad, concibe un hijo de mujer estéril Sara.

Dios siempre quiere cumplir las promesas que nos ha hecho, y llenar nuestras vidas de bendiciones, pero muchas veces por fijarnos más en lo que podemos conseguir de inmediato perdemos lo que Dios quería regalarnos. 

Lot llegó a ser un hombre de importancia en Sodoma pero había arruinado totalmente su testimonio. En el momento en que Dios decide destruir la ciudad de Sodoma por sus pecados, Dios fue fiel con Lot y mandó a sus ángeles a salvarlo, pero las consecuencias ya estaban hechas. Su esposa muere por mirar atrás cuando los ángeles de Dios les habían dicho que no lo hicieran y Lot pagó el precio de que sus hijas terminarán siendo contaminadas con la moral de Sodoma. (Gn. 19:30-37) 

No dejes pasar las bendiciones de Dios. Si vemos que las cosas no salen como nosotros queremos recuerda que Él puede cambiarlo todo. Dios quiere que nosotros elijamos sus bendiciones, el quiere llenar nuestra vidas de sus promesas cumplidas, pero para eso tenemos que mirar las cosas con ojos de fe y no simplemente con lo que con nuestros ojos terrenales podamos ver. 
Abraham y Lot ya eligieron, que escogerás tú?



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