LO MÁS
HERMOSO
LEER ESTER 1 AL 2
Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de
su tío, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen
parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija
suya. 8 Sucedió, pues, que cuando se divulgó el
mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa
residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey,
al cuidado de Hegai guarda de las mujeres.9 Y la doncella agradó a sus ojos, y
halló gracia delante de él, por lo que hizo darle prontamente atavíos y
alimentos, y le dio también siete doncellas especiales de la casa del rey; y la
llevó con sus doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres. Ester 2:7-9
Ester fue
una mujer excepcional. Antes de ella, el rey de Persia había tenido una esposa
que se llamaba Vasti y estaba entre una de las mujeres más bonitas de todo el
imperio persa y sus 127 provincias. Pero menospreció al rey cuando la llamó, a
pesar de que el rey estaba con los gobernadores y gente de honor. Fue algo
vergonzoso y le costó la corona a Vasti entonces el rey empezó la búsqueda de
una nueva reina. Imaginémonos la escena…
Siglo IV
antes de Cristo, el hombre más poderoso de la tierra porque era el rey del
imperio más grande. El reino empezaba en la India y terminaba en Etiopía (eso
queda en África) osea que cubría más o menos un quinto de la tierra. Probablemente
todas las mujeres solteras empezaron a prepararse y alistarse porque
significaba gloria, fama, riquezas, elegancia. La competencia iba a ser muy
dura, no sólo se trataba de la apariencia. Y había una joven que tenía una
ventaja.
Ester era
hermosa y de buen parecer como todas las demás. Pero tenía un origen difícil,
había perdido a sus padres y era huérfana, aparte de ser de los judíos que
habían sido exportados de Israel. A pesar de eso, se había criado con un
pariente que trabajaba en el palacio del rey y encima de eso tenía algo muy
especial: gracia. Ahora, todo eso que tenía ella era importante para llegar a
ser la reina, pero de nada le hubiera servido sin el ingrediente clave: era
obediente. Mardoqueo le instruyó que no dijera nada sobre su origen judío y el
eunuco Hegai le enseñó como comportarse ante el rey. Ella hizo caso y él rey la
amó y la escogió
Al final su
belleza, su parecer la llevaron hasta el palacio, pero su obediencia la coronó.
En el nuevo testamento, la iglesia es vista como la esposa de Cristo. Nosotros
como parte de su iglesia fuimos hermosos y valiosos para él. Fuimos tan
importantes que fue a la cruz para rescatarnos. Pero ahora nos toca a nosotros ir
más allá que disfrutar de su salvación y el hecho que nos ama. Ahora tenemos
que ser obedientes y seguir las instrucciones de la Palabra para llegar a ese
lugar donde podemos hacer una diferencia como lo hizo Ester, mañana veremos eso
que hizo. Pero por hoy, más hermoso que la belleza, es la obediencia; y mejor
que el buen parecer, el honrar a Dios.
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