jueves, 16 de febrero de 2012

Reflexión jueves 16 de febrero


DIOS ES MÁS ALTO…

LEER ESDRAS CAPÍTULO 1

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.      (Isaías 55:7-9)

Cuando Isaías escribió estas palabras “como son más altos los cielos que la tierra… mis pensamientos más que vuestros pensamientos” los cielos de los que él hablaba eran la bóveda celestial color azul que vemos encima de nosotros. Se ha calculado un límite entre la atmósfera de la tierra y el espacio exterior a los 100 kilómetros verticales desde la superficie del mar hacia arriba. Eso es bien alto sobre la tierra. El monte Everest está apenas a casi 9 kilómetros sobre nivel del mar, más o menos una onceava parte de la altura del cielo. Hoy en día sabemos que luego del cielo sigue el espacio exterior y es tan grande y vasto que los científicos consideran acertado decir que es infinito. Osea que los cielos son infinitamente mayores que la tierra. Y esa es la comparación entre los caminos y los pensamientos de Dios sobre los nuestros. Infinitamente más altos.

El pueblo de Israel estaba cautivo en Babilonia que luego pasó a ser Persia. Estaban relativamente bien porque les iba bien ahí, tenían sus posesiones, sus criados, un lugar donde vivir. Pero nunca era lo mismo como estar en Israel porque:
  1. Israel la tierra prometida que habían perdido por su desobediencia
  2. Esa era su herencia de parte de Dios, su historia, su legado
  3. En Israel había estado el templo, lugar para encontrarse con Dios

Pero aunque estaban lejos, Dios no se había olvidado de ellos y tenía un plan, un pensamiento para traerlos a casa. Dios “despertó el espíritu de Ciro rey de Persia” (Esdras 1:1) y con eso puso en movimiento el plan. Ciro no era del pueblo de Dios, no era un discípulo de algún rabino, era un rey pagano. Pero Dios puso en él esa idea de devolver a los judíos donde pertenecían y hasta darles los utensilios que los babilonios anteriormente habían sacado del templo.

Dios no se compara con los hombres y como somos. Muchas veces dudamos del amor o la misericordia de Dios porque pensamos que Él es rencoroso o malo como nosotros, pero Él no es así. Sus caminos son más altos. Sus pensamientos son más altos. Tal vez estás viviendo una situación que no parece tener salida pero Dios tiene un pensamiento al respecto, aunque sea una consecuencia de algo que hiciste mal, Dios tiene un pensamiento de algo bueno que glorifica su Nombre para que salgas adelante. Así como usó un rey pagano para recoger su pueblo, Él puede usar a quien sea o lo que sea para llevarte a:
  1. Recibir el cumplimiento de cada una de sus promesas
  2. Tomar tu lugar como su heredero, por la obra de Cristo en la cruz
  3. Encontrarte con Él cada día
Y eso último es lo que Él espera. Encontrémonos con nuestro Padre.

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