TODO LO QUE
TENÍA…
LEER MARCOS CAPÍTULO 12
Estando Jesús sentado
delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca;
y muchos ricos echaban mucho.42 Y vino una viuda pobre, y echó
dos blancas, o sea un cuadrante.43 Entonces llamando a
sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que
todos los que han echado en el arca;44 porque todos han
echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía,
todo su sustento. (Marcos 12:41-44)
Esta historia es tan sorprendente en
tantas maneras. Para conocer un poco el trasfondo, el templo, en el atrio de
las mujeres había trece cajas o arcas donde la gente echaba sus ofrendas. Jesús
estaba ahí enfrente mirando a la gente dar y veía a los ricos, que eran muchos
y daban mucho. Que bueno, pero en medio de las abundantes ofrendas surgió una
viuda que dio dos blancas. Dos blancas era 1/64 de un denario. Un denario era
el salario de un día para un obrero. Dio prácticamente nada. Si lo comparamos
rústicamente con nuestros días es como que haya dado alrededor de 3 lempiras. La
diferencia la hizo el hecho que ella era viuda y las viudas generalmente eran
pobres, no tenían como valerse y necesitaban urgentemente cualquier ayuda. Lo que
ella dio no era su ayuda, era todo su SUSTENTO. Algunos podrían haberla tildado
de irresponsable o necia porque ya no tendría nada, pero ella igual lo dio. Y
Jesús lo notó.
Vamos a dejar a los ricos y su forma de
dar a un lado, enfoquémonos en la viuda. Ella:
- Era paupérrima (extremadamente pobre) pero aun así encontró algo para dar.
- Dio una cantidad sumamente pequeña pero igualmente no le importó que otros dieran más porque en principio ella estaba haciendo lo mismo que era dando.
- Dio todo su sustento, aunque lo necesitaba, aunque le haría falta, lo dio.
- Cristo lo vio y dijo que dio más, aunque la cantidad era menos, el corazón fue lo que más valió.
- Somos pequeños, hay 7 billones de personas en el mundo, qué valor podría tener nuestra vida, pero siempre podemos darla a Dios.
- No importa que tengamos muchos problemas e imperfecciones, en principio, si le damos nuestra vida, aunque parezca poco, estamos agrandando a Dios.
- Tenemos que dar lo que tenemos, no decir: “Dios te doy este porcentaje de mi vida, de mi amor, es el mayor porcentaje” no, tenemos que darle el 100% a Él, todo nuestro sustento para que Él nos sustente.
- Cristo ve nuestros corazones y para Él eso es más importante que cualquier logro o éxito humano, para Él nuestra vida es valiosa.
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