sábado, 18 de febrero de 2012

Reflexión sábado 18 de febrero


TODO LO QUE TENÍA…

LEER MARCOS CAPÍTULO 12

Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante.43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.   (Marcos 12:41-44)

Esta historia es tan sorprendente en tantas maneras. Para conocer un poco el trasfondo, el templo, en el atrio de las mujeres había trece cajas o arcas donde la gente echaba sus ofrendas. Jesús estaba ahí enfrente mirando a la gente dar y veía a los ricos, que eran muchos y daban mucho. Que bueno, pero en medio de las abundantes ofrendas surgió una viuda que dio dos blancas. Dos blancas era 1/64 de un denario. Un denario era el salario de un día para un obrero. Dio prácticamente nada. Si lo comparamos rústicamente con nuestros días es como que haya dado alrededor de 3 lempiras. La diferencia la hizo el hecho que ella era viuda y las viudas generalmente eran pobres, no tenían como valerse y necesitaban urgentemente cualquier ayuda. Lo que ella dio no era su ayuda, era todo su SUSTENTO. Algunos podrían haberla tildado de irresponsable o necia porque ya no tendría nada, pero ella igual lo dio. Y Jesús lo notó.

Vamos a dejar a los ricos y su forma de dar a un lado, enfoquémonos en la viuda. Ella:
  1. Era paupérrima (extremadamente pobre) pero aun así encontró algo para dar.
  2. Dio una cantidad sumamente pequeña pero igualmente no le importó que otros dieran más porque en principio ella estaba haciendo lo mismo que era dando.
  3. Dio todo su sustento, aunque lo necesitaba, aunque le haría falta, lo dio. 
  4. Cristo lo vio y dijo que dio más, aunque la cantidad era menos, el corazón fue lo que más valió.
Cristo está sentado a la diestra del trono de Dios y está viendo en la tierra. Más que las ofrendas de dinero o ayuda que podríamos dar, está viendo nuestras vidas y las ofrendas de tiempo y amor que podemos dar. Lo mismo que sucede con la viuda puede pasar con nosotros:
  1. Somos pequeños, hay 7 billones de personas en el mundo, qué valor podría tener nuestra vida, pero siempre podemos darla a Dios.
  2. No importa que tengamos muchos problemas e imperfecciones, en principio, si le damos nuestra vida, aunque parezca poco, estamos agrandando a Dios.
  3. Tenemos que dar lo que  tenemos, no decir: “Dios te doy este porcentaje de mi vida, de mi amor, es el mayor porcentaje” no, tenemos que darle el 100% a Él, todo nuestro sustento para que Él nos sustente.
  4. Cristo ve nuestros corazones y para Él eso es más importante que cualquier logro o éxito humano, para Él nuestra vida es valiosa.
“Cristo, aquí está mi vida, la rindo a ti.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario