Ayer por la noche tuve el placer y el privilegio de ir a un
recital de graduación de la Escuela Victoriano Lopez. Entre los graduandos se
encontraba nuestro amigo y hermano Erick Altamirano. Fue una noche
espectacular, y mientras escuchaba la majestuosa música ejecutada por estos
talentos, no podía dejar simplemente de pensar que nuestro Dios es bueno y
bello. Pensaba en que, “¿cómo simples hombres pudieron haber compuesto piezas
tan hermosas?” y había algo en mi interior que me decía, que solo Dios en su infinita
bondad puede dar esos talentos y esa inspiración para provocar tal sentimiento
en los hombres. Solo Dios puede dar la creatividad, ingenio e inteligencia para
que las manos de estas personas puedan escribir, componer piezas y ejecutar
aparatos de madera o de otro material, y crear sonidos tan esplendidos. No
estoy diciendo que sea música cristiana o que no lo sea, lo que quiero
puntualizar, es como Dios se encuentra en lo bello, lo majestuoso, lo hermoso
de cada cosa que vivimos. Es rico estar enamorado de Dios y poder sentirlo a
través de la música, de los sonidos de la naturaleza, aun en lo bullicioso de
la ciudad, oírlo riéndose por vernos a nosotros emprender un nuevo día, sentir
su frescura cuando olemos nuestro desayuno o sentirlo feliz al ver que hacemos
nuestros quehaceres durante el día, sentirlo en lo esplendido de las cosas que
nos rodean. Ver a Dios en este clima rico, acariciándonos con cada gota que baña
nuestro rostro, o abrazándonos a través de las frazadas que nos envuelven por
las noches, y haciéndonos sentir acogedoramente amados. Dios usa todo esto,
para decirnos que nos ama y se revela a si mismo a través de cada cosa hermosa
que ha creado. Solo me queda decir: “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga
todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno
de sus beneficios”.
Que bello es sentirse amado por nuestro Señor todopoderoso.
El esta en lo bueno y aun en las pruebas, y reconocer eso, trae gozo. Sus beneficios
hacia nosotros son infinitos, y sus misericordias son nuevas cada mañana, no
nos olvidemos de dar gracias a Dios en todo momento por lo fiel y bello que es
El con nosotros. Tenemos la dicha de vivir, de conocerle, de tener el calor de
un hogar, una familia, amigos, la oportunidad de volver a vivir una Navidad
mas, celebrando su venida a este mundo para salvarnos. Y si confiamos en El,
nos puede faltar todo pero El nunca nos va a faltar y eso es mas que
suficiente. Tampoco nos olvidemos de pedir e interceder por los que están en
necesidad, tener compasión por los que no tienen lo que nosotros por la gracia
de Dios si podemos tener, y no solo orar, también actuar y rescatar a los que
se pierden, pues es nuestra comisión.
“Bendice, alma mía, a Jehová”
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