miércoles, 14 de noviembre de 2012

Reflexion Miercoles 14 de Noviembre


Ayer por la noche tuve el placer y el privilegio de ir a un recital de graduación de la Escuela Victoriano Lopez. Entre los graduandos se encontraba nuestro amigo y hermano Erick Altamirano. Fue una noche espectacular, y mientras escuchaba la majestuosa música ejecutada por estos talentos, no podía dejar simplemente de pensar que nuestro Dios es bueno y bello. Pensaba en que, “¿cómo simples hombres pudieron haber compuesto piezas tan hermosas?” y había algo en mi interior que me decía, que solo Dios en su infinita bondad puede dar esos talentos y esa inspiración para provocar tal sentimiento en los hombres. Solo Dios puede dar la creatividad, ingenio e inteligencia para que las manos de estas personas puedan escribir, componer piezas y ejecutar aparatos de madera o de otro material, y crear sonidos tan esplendidos. No estoy diciendo que sea música cristiana o que no lo sea, lo que quiero puntualizar, es como Dios se encuentra en lo bello, lo majestuoso, lo hermoso de cada cosa que vivimos. Es rico estar enamorado de Dios y poder sentirlo a través de la música, de los sonidos de la naturaleza, aun en lo bullicioso de la ciudad, oírlo riéndose por vernos a nosotros emprender un nuevo día, sentir su frescura cuando olemos nuestro desayuno o sentirlo feliz al ver que hacemos nuestros quehaceres durante el día, sentirlo en lo esplendido de las cosas que nos rodean. Ver a Dios en este clima rico, acariciándonos con cada gota que baña nuestro rostro, o abrazándonos a través de las frazadas que nos envuelven por las noches, y haciéndonos sentir acogedoramente amados. Dios usa todo esto, para decirnos que nos ama y se revela a si mismo a través de cada cosa hermosa que ha creado. Solo me queda decir: “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”.
Que bello es sentirse amado por nuestro Señor todopoderoso. El esta en lo bueno y aun en las pruebas, y reconocer eso, trae gozo. Sus beneficios hacia nosotros son infinitos, y sus misericordias son nuevas cada mañana, no nos olvidemos de dar gracias a Dios en todo momento por lo fiel y bello que es El con nosotros. Tenemos la dicha de vivir, de conocerle, de tener el calor de un hogar, una familia, amigos, la oportunidad de volver a vivir una Navidad mas, celebrando su venida a este mundo para salvarnos. Y si confiamos en El, nos puede faltar todo pero El nunca nos va a faltar y eso es mas que suficiente. Tampoco nos olvidemos de pedir e interceder por los que están en necesidad, tener compasión por los que no tienen lo que nosotros por la gracia de Dios si podemos tener, y no solo orar, también actuar y rescatar a los que se pierden, pues es nuestra comisión.

“Bendice, alma mía, a Jehová”

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