CONTROL
Leer Jeremías 29
Hace un par
de años, las tardes en mi casa se convertían en un ring de lucha libre. Era
hora de cebollitas o alguna serie pero también estaba el enésimo episodio de
arnold o lazy town. Imagínense tres niños discutiendo, argumentando y hasta
halándose el pelo por quien tenía el control remoto y decidía que se vería en
la tele. Casi siempre quedaba alguna de mis hermanas llorando, a más de alguno
regañaban pero siempre quedaba uno alegre y dos empurrados (sí está en el
diccionario de la Real Academia Española).
A nadie le
gusta entregar el control, sobre todo porque eso significa que alguien más va a
decir que vamos a ver aunque prefiramos otra cosa. Y lo mismo se aplica a tu
vida con Dios. Pero me imagino que alguna vez has dicho: “Dios, toma el
control.” Esa frase suena muy bien, pero es pasiva, es como decirle a Dios que
arregle el desorden que estamos haciendo. Mejor decir “Dios, te doy el control”
y eso es decirle a Dios que le vamos a obedecer aunque queramos algo diferente.
Darle el control a Dios es que por decisión propia te estas sometiendo a la
voluntad de Dios para tu vida, tus relaciones, tus sueños y que aceptas lo que
Él determine. Él sabe lo que es mejor, Jeremías 29:11 dice:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
En la Nueva Versión Internacional dice:
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de
darles un futuro y una esperanza.
Estas
palabras las dice el profeta en medio de una carta que describe la realidad de
lo que estaba pasando y lo que pasaría con Israel. Estaban en el cautiverio
pero Dios prometió que cuando se cumpliera el tiempo los traería de regreso.
Los judíos necesitaban creer y confiar en Dios para poder obedecerle. Dios les
decía que construyeran casas, que tuvieran familias, que confiarán en Él y no
en los “profetas” que se habían levantado hablando mentiras. Al obedecer, ellos
iban a estar listos para el regreso y lo que vendría después.
Por eso mismo
tenemos que darle el control de nuestras vidas a Dios hoy, porque Él sabe lo
que vendrá después y tiene un plan. Si te pide que estudies la Biblia todos los
días, hacele caso; si te dice que te apartes de una costumbre o cierta amistad,
Él sabe porque es; si te tiene esperando, hacelo con paciencia y confianza en
Él. Dios está esperando que le entregues el control voluntariamente y decidas
obedecerle. Si Él tiene el control vas a ver que lo que tiene es mejor que lo
querías originalmente.
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