viernes, 19 de octubre de 2012

Reflexión viernes 19 de octubre: control


CONTROL

Leer Jeremías 29

Hace un par de años, las tardes en mi casa se convertían en un ring de lucha libre. Era hora de cebollitas o alguna serie pero también estaba el enésimo episodio de arnold o lazy town. Imagínense tres niños discutiendo, argumentando y hasta halándose el pelo por quien tenía el control remoto y decidía que se vería en la tele. Casi siempre quedaba alguna de mis hermanas llorando, a más de alguno regañaban pero siempre quedaba uno alegre y dos empurrados (sí está en el diccionario de la Real Academia Española).

A nadie le gusta entregar el control, sobre todo porque eso significa que alguien más va a decir que vamos a ver aunque prefiramos otra cosa. Y lo mismo se aplica a tu vida con Dios. Pero me imagino que alguna vez has dicho: “Dios, toma el control.” Esa frase suena muy bien, pero es pasiva, es como decirle a Dios que arregle el desorden que estamos haciendo. Mejor decir “Dios, te doy el control” y eso es decirle a Dios que le vamos a obedecer aunque queramos algo diferente. Darle el control a Dios es que por decisión propia te estas sometiendo a la voluntad de Dios para tu vida, tus relaciones, tus sueños y que aceptas lo que Él determine. Él sabe lo que es mejor, Jeremías 29:11 dice:

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

En la Nueva Versión Internacional dice:

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 

Estas palabras las dice el profeta en medio de una carta que describe la realidad de lo que estaba pasando y lo que pasaría con Israel. Estaban en el cautiverio pero Dios prometió que cuando se cumpliera el tiempo los traería de regreso. Los judíos necesitaban creer y confiar en Dios para poder obedecerle. Dios les decía que construyeran casas, que tuvieran familias, que confiarán en Él y no en los “profetas” que se habían levantado hablando mentiras. Al obedecer, ellos iban a estar listos para el regreso y lo que vendría después.

Por eso mismo tenemos que darle el control de nuestras vidas a Dios hoy, porque Él sabe lo que vendrá después y tiene un plan. Si te pide que estudies la Biblia todos los días, hacele caso; si te dice que te apartes de una costumbre o cierta amistad, Él sabe porque es; si te tiene esperando, hacelo con paciencia y confianza en Él. Dios está esperando que le entregues el control voluntariamente y decidas obedecerle. Si Él tiene el control vas a ver que lo que tiene es mejor que lo querías originalmente. 

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