martes, 30 de octubre de 2012

Reflexión Martes 30 de Octubre 2012


Gracias…

Todos tenemos mucho que agradecer. Incluso en momentos en que parece que nada podría ser peor, siempre hay una razón para estar agradecidos. La gratitud contribuye a que mantengamos nuestro gozo.

La gratitud puede tener diferentes significados para diferentes  personas:   Apreciación por algo maravilloso, ver el lado positivo de las cosas,  agradecer a alguien especial en tu vida, dar gracias a Dios, "contar las bendiciones." Se trata de saborear, de no tomar las cosas por sentado, es hacer frente a las situaciones difíciles, vivir el presente. La gratitud combate la envidia, la avaricia, la preocupación y la irritación.

Demos un vistazo más de cerca a qué es gratitud:
La palabra gratitud se deriva del latín gratia que significa “gracia”, “agradecimiento”, “honra y alabanza que tributa a otro”, “reconocimiento de un favor”. Todas las palabras que se derivan de esta raíz latina tienen que ver con bondad, generosidad, regalos, la belleza de dar y recibir, o conseguir algo por nada.   
Efesios 5:20 nos dice claramente a quien nosotros debemos dar ese tributo o reconocimiento del que habla la definición: a Dios.  

Este versículo también nos revela cuándo y por qué cosas dar gracias: (cuando=siempre, por qué=por todo)
Claro esta, es mucho mas fácil ser agradecido cuando las cosas van bien, pero cuando todo va muy mal agradecer es un trabajo difícil. La Biblia nos relata la historia de un hombre a quien todo lo que pudo salir mal le salió mal.

Job
Todo es bonito cuando las cosas van bien, sin embargo en la vida de Job, vemos que paso por muchas dificultades, desde perder a sus hijos, perder sus propiedades, tener una enfermedad de la piel que se asemeja a la sarna, después tener problemas en el matrimonio y no digamos el rechazo de sus amigos.

En uno de los momentos de mayor adversidad en su vida, el salmista David escribió: “Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche” (Sal. 92:1, 2). Las personas a quienes el Señor ha enseñado a ser agradecidas, tienen un enfoque diferente. En vez de estar centradas en su “yo”, su mirada está centrada en Dios.

A través del proceso de hacerle frente a la adversidad, han recibido un destello de la perspectiva divina. Y han descubierto que Dios es nuestro Salvador y Dios de toda consolación. Él entiende nuestros sentimientos de frustración y de depresión, pero quiere levantarnos para que podamos conocerle mejor y hablar a los demás de Su fidelidad.   

Por eso demos gracias a Dios en todo tiempo, El tiene un gran propósito, talvez no lo entiendas ahora, pero créeme que a los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien. Rom. 8:28

Dios te Bendiga.

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