Jesús en
Getsemaní
Lectura
Bíblica: Mateo 26: 36-46.
Jesús
era 100% Dios pero también era 100% humano, el sufrió soledad aun de sus
propios discípulos. También sufrió angustia y tristeza. Jesús tenía que
mantener una relación perfecta con su Padre para llegar a no pecar como lo
logro y ser ese sacrificio perfecto que necesitaba toda la humanidad. Y gracias
ese sacrificio que tu y yo podemos gozar de la seguridad de vida eterna.
Cuando Jesús
llega al Getsemaní a pocas horas de su encarcelación, Jesús sabía lo que iba a
pasar y tres veces le pidió a su Padre: “Padre mío, si es posible, pase de mí
esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” Como hablo Leo este
reciente sábado dijo que Dios es tu papá y podes contarle lo que sea. Jesús en
ese momento le estaba contado acerca de su angustia, y estoy seguro que eso lo
hacia sentir mejor a Jesús. Él sabía lo que iba sufrir, y tener esa última plática
con su Padre le debió haber dado fuerzas para completar su propósito por el
cual fue enviado a la Tierra. Para morir por ti y por mi y por toda la
humanidad.
Tener
una relación con Dios no solo es agradecerle cuando te pasan cosas buenas, sino
contarle todo lo que quieras. Él quiere escucharte y darte consuelo cuando lo
necesitas, animarte cuando tienes miedo y abrazarte cuando lloras.
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