domingo, 28 de octubre de 2012

Reflexión Domingo 28 de Octubre, 2012



Tu Cuerpo

Esta semana tuve la oportunidad de acompañar a una amiga a predicar a una iglesia. Le habían pedido que hablara de piercings, tatuajes y vestimenta. ¡Tema picante sin duda! Pero ella no se concentró en hablar si es bueno o malo hacerlo, si no en qué dice la Biblia sobre nuestro cuerpo. Quiero compartir con ustedes algunos puntos importantes que mencionó:

1 Corintios 6: 19-20
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.

De este pasaje podemos rescatar tres cosas importantes relacionadas con el tema del cuerpo: La propiedad del cuerpo, quién habita en nuestro cuerpo y cómo debemos usar nuestro cuerpo.

1.    La propiedad del cuerpo: Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio”.  La Biblia indica que somos propiedad de Dios. Él ejerce un doble derecho de propiedad sobre nosotros, por creación y por compra. No debemos olvidar las potentes palabras del apóstol Pedro cuando indica que hemos sido comprados en el mercado de los esclavos a un alto precio, tan alto como la sangre misma de Jesús. Mi cuerpo se me ha sido prestado y sobre el mismo, como sobre las otras áreas de mi vida, me será exigida mayordomía, me serán exigidas cuentas de la manera en que haya sido cuidado y usado.

2.    Quién habita en nuestro cuerpo: “…su cuerpo es templo del Espíritu Santo”  Si lo pensamos detenidamente, los lugares donde solemos reunirnos (eje: el templo) carecen de valor o sentido sagrado, mágico o simbólico, como sí sucede en otras religiones. Lo único que los hace sagrados es la presencia de personas sagradas en las cuales Dios habita por medio de su Espíritu. Nuestro cuerpo es sagrado por el hecho de que se ha convertido en el lugar de morada del Dios a quien el universo no tiene la capacidad de contener. Es por eso que cualquier atentado contra nuestro cuerpo se convierte en un atentado contra el templo del Espíritu Santo.

3.    Cómo debemos usar nuestro cuerpo: “honren con su cuerpo a Dios” Pablo afirmaba que debemos honrar a Dios con nuestro cuerpo. Honra es dar a una persona el reconocimiento debido a su dignidad o posición. El escritor indica que nuestro cuerpo debe ser usado de tal manera que brinde a Dios el reconocimiento que merece. En nuestro caso sería reconocerlo como nuestro creador, nuestro Señor y además nuestro Salvador.

¡Me encantó este mensaje! Es una verdad importante que recordar, especialmente cuando estamos lidiando con preguntas como ¿está bien si me pongo este pantalón?, ¿qué hay de malo si me hago un tatuaje? Según esta enseñanza, podríamos sustituir estas preguntas por otras mucho más importantes- ¿Cómo puedo usar mi cuerpo para honrar a Dios?, ¿cómo puedo usar mis manos, mi boca para que otros conozcan a Dios como Señor y Salvador?

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