Cansado de preocuparte...
Todos alguno vez nos hemos preocupado y nos hacemos preguntas como: ¿Puedo entrar en la universidad de mi elección? ¿Podré pagar mis estudios? ¿Qué debo estudiar? ¿Es hora de pensar en casarme? ¿Qué le sucederá a nuestro país en los próximos 10 años? ¿Habrá empleos disponibles cuando esté listo para trabajar?
¡Buenas preguntas! Tanto, que vale la pena pasar tiempo pensando en ellas. Pero, no para que te suden las manos o que pierdas el sueño. En lo personal, cuando pienso en las cosas importantes de la vida, ¿cómo puedo impedir preocuparme? Estos días he estado bien preocupado, pero al estudiar un poco la palabra encontré tres pasajes que ayudarán si empezamos a preocuparnos demasiado por el futuro.
Mateo 6:25-34. Estos versículos contienen la promesa de que Dios proveerá todo lo que necesitamos. Toma un minuto para escribir o identificar mentalmente lo que te preocupa. ¿Por cuántas de esas cosas no puedes hacer nada? Entrégaselas a Dios y prosigue con tu vida.
Proverbios 3:5,6. Si estamos dispuestos a confiar en Dios de todo corazón, y a no tratar de vencer ni de resolverlo todo por nosotros mismos, pronto descubriremos que estamos menos sobrecargados con la preocupación. Trata de dejar todo en manos de Dios al principio del día, sobre todo las cosas por las que te preocupas. A medida que el día progrese, reafirma tu confianza en Él cada vez que empieces a preocuparte.
Jeremías 29:11. Confía en las promesas de Dios y en el plan que Él tiene para ti.
Todos alguno vez nos hemos preocupado y nos hacemos preguntas como: ¿Puedo entrar en la universidad de mi elección? ¿Podré pagar mis estudios? ¿Qué debo estudiar? ¿Es hora de pensar en casarme? ¿Qué le sucederá a nuestro país en los próximos 10 años? ¿Habrá empleos disponibles cuando esté listo para trabajar?
¡Buenas preguntas! Tanto, que vale la pena pasar tiempo pensando en ellas. Pero, no para que te suden las manos o que pierdas el sueño. En lo personal, cuando pienso en las cosas importantes de la vida, ¿cómo puedo impedir preocuparme? Estos días he estado bien preocupado, pero al estudiar un poco la palabra encontré tres pasajes que ayudarán si empezamos a preocuparnos demasiado por el futuro.
Mateo 6:25-34. Estos versículos contienen la promesa de que Dios proveerá todo lo que necesitamos. Toma un minuto para escribir o identificar mentalmente lo que te preocupa. ¿Por cuántas de esas cosas no puedes hacer nada? Entrégaselas a Dios y prosigue con tu vida.
Proverbios 3:5,6. Si estamos dispuestos a confiar en Dios de todo corazón, y a no tratar de vencer ni de resolverlo todo por nosotros mismos, pronto descubriremos que estamos menos sobrecargados con la preocupación. Trata de dejar todo en manos de Dios al principio del día, sobre todo las cosas por las que te preocupas. A medida que el día progrese, reafirma tu confianza en Él cada vez que empieces a preocuparte.
Jeremías 29:11. Confía en las promesas de Dios y en el plan que Él tiene para ti.
No es fácil, pero hay un Dios que para El nada es imposible, descansa y deja que Dios te sorprenda!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario