sábado, 17 de marzo de 2012

Reflexión Sábado 17 de Marzo

RECOMPENSA ETERNA!
                                                                         LEER 2 CORINTIOS 4.1-18


16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
    17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
    18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.


El apóstol Pablo fue una de las personas que más sufrió, que más problemas tuvo en la predicación del evangelio. No se cuantas veces pudo haber tenido miedo, cuantas veces pudo haber querido tirar la toalla y darse por vencido. Creo que me quedaría corto tratando de explicar todo lo que tuvo que vivir, todo lo que entregó, todo lo que rechazó, todo lo que soportó por cumplir con la misión que el mismo Señor Jesús le había encomendado. Pablo estimó de menos, su vida, para seguir los pasos de Jesús. Siguió a Cristo con todas sus fuerzas y predicó el evangelio hasta que ya no pudo más.
Pero lo más increíble es que Pablo a pesar de las grandes adversidades, de los sufrimientos que tuvo, le dice a los Corintios: "esta leve tribulación momentánea". Un hombre que había vivido de todo tipo de tribulaciones, que era experto en sufrimiento, podía decir: esta ligera, tenue, sutil, pequeñas tribulaciones que he vivido. 
Pablo era capaz de decir eso porque sabía que todo lo que el pudo haber sufrido en esta vida era simplemente momentáneo, porque sabía que todas esas tribulaciones se quedaban cortas con todo lo que Dios mismo tenía preparado para él, esa recompensa eterna, esa gloria futura. Pablo sabía que sus tribulaciones solo significan una mayor recompensa en los cielos. Porque Pablo no miraba las cosas de esta vida como importantes sino que tenía su mirada puesta en las cosas que si eran importantes, en las eternas.

Me pregunto si nosotros hubiéramos vivido todo lo que vivió Pablo habríamos dicho lo mismo. Me pregunto si ahorita en lo que estamos viviendo, aunque tuviéramos los peores problemas, podríamos calificarlos como cortos y pequeños, y como leve nuestro dolor.
Cualquiera pudiera decir que sus problemas son interminables y que son demasiados grandes pero Pablo es un vivo ejemplo que no debemos de rendirnos, y que debemos empezar a ver las cosas por fe, no mirando a nuestro alrededor y fijando nuestra vista en esas cosas que nos rodean, sino fijando nuestra mirada en aquellas cosas no se ven, porque esas son eternas. 

Si Has pensando en tirar la toalla, no te rindas, sigue adelante, sigue a Jesús con todas tus fuerzas, vive para él cada día, predica su palabra, sin importar lo que cueste.Vendrán dificultades, vendrán adversidad y problemas pero no bajes tu mirada. Porque Dios te tiene en sus manos de amor y sabe por todo lo que has pasado, y un día verás con tus ojos las maravillosas cosas que Él ha preparado para ti y te darás cuenta que eran demasiado maravillosas para esta leve tribulación.

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