¿A QUIEN CREEMOS?
LEER
GENESIS CAPITULOS TRES Y CUATRO
Pero la
serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios
había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de
todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los
árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en
medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no
muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;sino que sabe Dios
que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,
sabiendo el bien y el mal.
GENESIS
3:1-5
La
verdad es que podríamos hacer tantas reflexiones de estos primeros capítulos de la Biblia, porque
de verdad Dios nos enseña tanto a través de ellos y una de las cosas que
personalmente veo y que resaltan claramente en este recuento de la vida de la
primera pareja sobre la tierra es que la
humanidad, nosotros los seres creados y amados por Dios tenemos un problema bastante
serio!!
•
Nos cuesta diferenciar las
voces que valen la pena
Y esta realidad nos trae consecuencias nefastas siempre, y es muy
fácil, empezemos a ver la historia de
los hombres y mujeres de la biblia, los que fallaron terriblemente, que fueron
la mayoría, el principio de su error casi siempre fue que prestaron oído a las
voces equivocadas, y ojo esa voz equivocada muchas veces es nuestra misma mente
diciéndonos que hacer, aun cuando Dios dice claramente que nuestros
pensamientos, no son sus pensamientos, y aquí vemos a Adan y Eva, esuchando
claramente una voz que no era la mas adeacuada, pero le creyeron a esa voz y
anularon, decidieron voluntariamente
desechar el consejo que otra voz les había dado,Dios les había hablado y ellos
no podían dudar que venia de Dios, porque Dios caminaba con ellos a diario! Y
aun asi decidieron no hacerle caso.
¿Y nosotros? Creo que no hay nada mas peligroso que creer que
estamos caminando a full con Dios, pero en la practica su voz es la ultima que
antendemos, miremos nuestro corazón y preguntémonos ¿estos de verdad atendiendo
su voz?
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