martes, 9 de abril de 2013

Reflexión Martes 9 de Abril, 2013


Amar y Ser Amados

Una de las cosas más bellas de ser amada por Dios es poder recordar cómo empieza mi relación de amor con Él: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” (1 Juan 4:10). Dios, como un perfecto caballero, toma la iniciativa de amarme primero, aún cuando yo no lo merecía. Su más grande prueba de amor por mi (y por ti) fue mandar a Jesús, su hijo amado, a morir por mis pecados. Saber que él me amó primero también me da la seguridad de que NUNCA dejará de amarme porque ¡NO DEPENDE DE MI!

Pero ser amada de esta manera también conlleva responsabilidades. 1 Juan 4 continúa diciendo: “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros” (v. 11-12). Si el amor de Dios por mi es evidente a través de sus acciones en mi favor, es solo de esperarse que él demande que ame a otros de la misma manera. Se tiene que notar, y la única manera de que se note es por medio de las acciones.

Para terminar, 1 Juan 4:8 dice que Dios es amor. Si Dios es Amor entonces…

Dios es paciente, Dios es bondadoso
Dios no es envidioso, ni jactancioso, ni orgulloso
Dios no se comporta con rudeza, no es egoísta,
No se enoja fácilmente, no guarda rencor
Dios no se deleita en la maldad
Dios se regocija con la verdad
Dios todo lo disculpa, todo lo cree
Todo lo espera, todo lo soporta
Dios nunca dejará de ser
1 Corintios 13:4-8

No hay comentarios:

Publicar un comentario