Deuteronomio 2:30-36
“30. Mas Sehon rey de
Hesbon no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios
había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu
mano, como hasta hoy. 31. Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar
delante de ti a Sehon y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que
la heredes. 32. Y nos salió Sehon al encuentro, el y todo su pueblo, para
pelear en Jahaza. 33. Mas Jehová nuestro Dios lo entrego delante de nosotros; y
lo derrotamos a el y a sus hijos, y a todo su pueblo. 34. Tomamos entonces
todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños;
no dejamos ninguno. 35. Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los
despojos de las ciudades que habíamos tomado. 36. Desde Aroer, que esta junto a
la ribera del arroyo de Arnon, y la ciudad que esta en el valle, hasta Galaad,
no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entrego Jehová nuestro Dios
en nuestro poder”.
Sabemos que muchas veces Dios permite las pruebas en
nuestras vidas para producir paciencia, para aprender acerca de algo, para
prepararnos para lo porvenir, pero es tan interesante saber que algunas veces
permite las pruebas para que salgamos bendecidos de ellas, puede ser económicamente
u espiritualmente.
Este pasaje nos relata una de las muchas situaciones que
vivió el pueblo de Israel durante los cuarenta años que anduvieron caminando
por el desierto. Los versículos que anticipan este pasaje describen como el
pueblo de Israel paso por varios territorios en los cuales Dios les pidió que
pasaran sin molestar a los habitantes y que solo les compraran el alimento y el
agua que necesitaran. Ahora, cuando se acercaban a Hesbon, donde reinaba Sehon,
Moisés quería hacer como hizo en los demás territorios y envió mensajeros
diciéndoles que venían en paz y que comprarían provisiones allí. Pero en eso,
dice la palabra, que Dios endureció el corazón de Sehon para que no dejara
pasar a Israel en paz, sino que le haría guerra.
Esto era una gran prueba para Israel y pudieron haber dudado
si iban a pasar vivos de allí. Posiblemente miraban aquel gran numero de
soldados enemigos fuertemente armados que venían contra ellos y sentían miedo,
como saldrían de esta. Pero su Dios, el Fuerte de Israel, ya les había dado
promesa, que, si es cierto, tendrían que pelear duramente, pero que El ya había
entregado a Sehon y a sus hijos y al territorio de estos en sus manos. Y así
fue, lograron derrotar a Sehon y además de esto tomaron para si un botín, los
ganados y todos los despojos de las ciudades. Si Dios no hubiera obstinado el
corazón de Sehon y no hubieran tenido guerra, Israel solo hubiera pasado por
allí, gastando dinero al comprar provisiones y nada mas, en cambio con esta
guerra Dios proveyó a Israel de territorio y de un gran botín. Es tan masiso
saber esto, que aunque no entendamos las razones de las pruebas, y no podamos
ver el cuadro completo, aunque dudemos que de tal problema saldrá algo bueno,
tenemos promesa de que Dios nos ha entregado todo en nuestras manos y podemos
estar seguros que Dios nos dará algo mucho mejor de lo que inicialmente creemos
que tendremos, y nuestra bendición será multiplicada. Busquemos estudiar la
Palabra de Dios, en ella encontramos todas las respuestas que necesitamos en
nuestro diario vivir, podemos sorprendernos de las cosas tan hermosas que Dios
nos quiere hablar a través de ella.
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