miércoles, 29 de agosto de 2012

Reflexion Miercoles 29 de Agosto


Deuteronomio 2:30-36
“30. Mas Sehon rey de Hesbon no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy. 31. Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehon y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes. 32. Y nos salió Sehon al encuentro, el y todo su pueblo, para pelear en Jahaza. 33. Mas Jehová nuestro Dios lo entrego delante de nosotros; y lo derrotamos a el y a sus hijos, y a todo su pueblo. 34. Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno. 35. Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado. 36. Desde Aroer, que esta junto a la ribera del arroyo de Arnon, y la ciudad que esta en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entrego Jehová nuestro Dios en nuestro poder”.

Sabemos que muchas veces Dios permite las pruebas en nuestras vidas para producir paciencia, para aprender acerca de algo, para prepararnos para lo porvenir, pero es tan interesante saber que algunas veces permite las pruebas para que salgamos bendecidos de ellas, puede ser económicamente u espiritualmente.

Este pasaje nos relata una de las muchas situaciones que vivió el pueblo de Israel durante los cuarenta años que anduvieron caminando por el desierto. Los versículos que anticipan este pasaje describen como el pueblo de Israel paso por varios territorios en los cuales Dios les pidió que pasaran sin molestar a los habitantes y que solo les compraran el alimento y el agua que necesitaran. Ahora, cuando se acercaban a Hesbon, donde reinaba Sehon, Moisés quería hacer como hizo en los demás territorios y envió mensajeros diciéndoles que venían en paz y que comprarían provisiones allí. Pero en eso, dice la palabra, que Dios endureció el corazón de Sehon para que no dejara pasar a Israel en paz, sino que le haría guerra.
Esto era una gran prueba para Israel y pudieron haber dudado si iban a pasar vivos de allí. Posiblemente miraban aquel gran numero de soldados enemigos fuertemente armados que venían contra ellos y sentían miedo, como saldrían de esta. Pero su Dios, el Fuerte de Israel, ya les había dado promesa, que, si es cierto, tendrían que pelear duramente, pero que El ya había entregado a Sehon y a sus hijos y al territorio de estos en sus manos. Y así fue, lograron derrotar a Sehon y además de esto tomaron para si un botín, los ganados y todos los despojos de las ciudades. Si Dios no hubiera obstinado el corazón de Sehon y no hubieran tenido guerra, Israel solo hubiera pasado por allí, gastando dinero al comprar provisiones y nada mas, en cambio con esta guerra Dios proveyó a Israel de territorio y de un gran botín. Es tan masiso saber esto, que aunque no entendamos las razones de las pruebas, y no podamos ver el cuadro completo, aunque dudemos que de tal problema saldrá algo bueno, tenemos promesa de que Dios nos ha entregado todo en nuestras manos y podemos estar seguros que Dios nos dará algo mucho mejor de lo que inicialmente creemos que tendremos, y nuestra bendición será multiplicada. Busquemos estudiar la Palabra de Dios, en ella encontramos todas las respuestas que necesitamos en nuestro diario vivir, podemos sorprendernos de las cosas tan hermosas que Dios nos quiere hablar a través de ella.

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