Desconocidos
que Cambian la Historia
No temas, porque yo te redimí; te
puse nombre, mío eres tú. Isaías 43:1(b)
Ayer escuchamos a Dorian leer una lista de nombres
raros que al principio nos hicieron reír mucho. Las risas se esfumaron cuando
explicó que eran nombres de mártires que habían muerto quemados o devorados por
leones por defender y promulgar el nombre de Jesús.
En la Biblia también encontramos listas de nombres un
poco raros de los cuales no sabemos nada al respecto. El apóstol Pablo solía
mencionar nombres de personas al final de sus cartas de los que no se ofrece
mayor explicación. Como ejemplo Colosenses 4:15: Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia
que está en su casa. ¡Ni idea de quién era Ninfas! Me intriga que
estos nombres que solo se mencionan una sola vez en la Biblia son tan…desconocidos
y al mismo tiempo seguramente importantes. Muy parecido a nosotros. Lo más
seguro es que muchos de nosotros no lleguemos a ser lo suficientemente famosos
como para que nuestros nombres sean recordados por los siglos de los siglos.
Pero encuentro consuelo al pensar en dos realidades:
2.
No necesitamos que nuestros nombres sean conocidos para poder hacer una
diferencia en el mundo. Vivir nuestras vidas en obediencia a lo que dice
nuestro Padre tiene el potencial de cambiar nuestro alrededor, sin importar
donde vivamos.
Como
aquel niño de los panes y los pescados- Su nombre es desconocido y no tenía
mucho que ofrecer. Pero en las manos de Jesús quienes somos y lo que tenemos
puede impactar toda una multitud.
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