EN SUS PROMESAS…
LEER
SEGUNDA DE CORINTIOS CAPITULOS SIETE AL NUEVE
“Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor
del Señor…” II CORINTIOS 7:1
El capitulo seis de segunda de corintios
termina con un apartado bien interesante, porque es como que el apostol hace un
paréntesis en la escritura de su carta y mete un exhortación, y hemos dicho
anteriormente que los Corintios era una iglesia muy parecida a la actual, con
una exposición al mundo inmoral muy marcada, Corinto era un puerto por lo tanto
en el sucedían todo tipo de aberraciones sexuales, ya que había gente de toda
cultura y trasfondo moral, así que cada persona que se convertía al Señor en este
lugar muy probablemente había sido en su pasado, homosexual, promiscuo, o
cualquier otro tipo de pervertido, y Pablo es claro, o mas bien Dios es claro
diciendo en los primeros capítulos de la carta, que ellos antes eran eso, pero
ya no mas, ahora son nuevos en Cristo Jesús, pero en este apartado Dios quiere
recordarles algunas verdades, en relación a su pureza y a cuidar de si mismos,
porque les dice, ustedes son templo del Dios viviente!!
·
Primero recalca la importancia de no unirse en yugo desigual
con los que no creen en el Señor, y recalca diciendo que como es posible que
haya compañerismo entre la luz y las tinieblas, cuando la luz se une a las
tinieblas, estas desaparecen, y ese es el punto no dice que no tengamos amigos
no creyentes, dice que no nos unamos a ellos, ¿en qué sentido? Que no nos
unamos emocionalmente en una relación de noviazgo a alguien que no cree en el
mismo Dios, y que si tenemos amigos no creyentes, nuestra luz DEBE acabar con
sus tinieblas.
·
Segundo dice, no toqueis lo
inmundo, en aquel tiempo habían muchas cosas inmundas, todo lo que era
sacrificado a los ídolos era inmundo, además que la prostitución y los lugares
de perversión en Corintios eran famosos, pero entonces ¿Qué es lo inmundo hoy
en día?
·
Y por ultimo nuestro amado Dios
nos dice cómo lograr lo que no está pidiendo…RECORDEMOS LAS PROMESAS Y
LIMPIEMONOS DE TODA CONTAMINACION que mediante su Espíritu seremos santificados
continuamente.
Las promesas del Señor son si y amen, son
reales y siempre las cumple, y El prometió acabar en nosotros la buena obra que
comenzó, y prometió limpiar nuestra mente y nuestro corazón de todo lo que a Él
no le agrada, pero recordar estas promesas no es problema para él, pero sí lo
es para nosotros, ¿estamos orando por estas promesas en nuestras vidas? ¿Nos
damos cuenta que somos templo del Dios vivo? ¿si los demás nos vieran y nos
escucharan las 24 horas del día, mirarían y escucharían a Dios en nosotros?
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