sábado, 12 de mayo de 2012

Reflexión Sábado 12 de Mayo


PARA QUE NUESTRO CORAZÓN ENCUENTRE SU SANIDAD...

LEER GENESIS CAPÍTULO 37 y CAPÍTULO 45

Yo sé que todos nosotros hemos sido receptores de acciones que lastiman, por lo menos unas cuantas veces en nuestra vida hubo una persona que dijo palabras que nos hirieron, y por lo menos otras cuantas veces otra persona nos hizo algún daño voluntario o involuntario. Y hoy muchas de esas marcas siguen dentro de nosotros, contaminando nuestro corazón de resentimiento, de miedo, de dolor. Pudo haber sido cualquiera, nuestro papá, nuestra mamá, hermano, mejor amigo, un novio, una novia, y lo más difícil que entre más cercana esa persona y entre más la queremos más duele recordarlo, y puede ser que vivamos en medio de ellos, ocultando esas heridas, y hagamos como que todo esta bien, o tal vez no están con nosotros y no los volvimos a ver y te preguntas si algún día podrás olvidar todo lo que un día pasó, sin que tu corazón sea abatido por ese recuerdo. 
Ninguno de nosotros estamos exentos de sufrir, de ser heridos al estar en este mundo. Salimos de nuestra puerta y vemos muchas personas que a través de sus caras de alegría y de sus caras de que todo esta bien, guardan dentro de ellos heridas que han marcado su corazón y en el peor de los casos endurecido su corazón. Un enfermedad mal tratada, puede traer consecuencias para toda la vida. Un resentimiento, un dolor que no encontró su sanidad completa puede traer consecuencias que nos afecten hasta cuando estemos viejos.

En Génesis 37 el comienzo de la historia de un joven de 17 años que fue querido asesinar por sus hermanos, pero al final vendido como esclavo por ellos mismos. Todos conocemos la historia de José, una historia que la mayoría de veces la vemos como la historia del soñador, pero hoy quiero que podamos verla de una forma un poco diferente y puedas leerla y compararla a tu vida. Tal vez no hayas sido vendido por tus hermanos, o estado en la cárcel  por varios años, pero si estoy seguro que más de un problema tuviste con alguna persona en tu familia y también que estuviste en una situación de dolor por culpa alguien más.

Yo me pongo a pensar en cada noche que Jose pasó en prisión, en ese resentimiento, o incluso hasta ese desprecio que pudo haber sentido por sus hermanos. Culpándolos por haberlo vendido y porque el estuviera ahí. Como todo ser humano, sufrió, lloró, y ha de haber tenido una herida del tamaño de su familia. Pero saben algo que me llama la atención de su vida, es que en todo momento y en todo lugar que estuvo su mayor deseo y su esfuerzo era darle lo mejor a Dios cada día de su vida, sin importar donde estuviera. Aunque no entendía el propósito de Dios, él lo seguía buscando y adorando. Pero tuvieron que pasar más de 10 años para que Jose se pudiera dar cuenta de una verdad que cambiaría su vida. Que cambiaría su amargura en gozo, que haría que su sufrimiento resultara ser la salvación de toda una familia, pero más que de toda una familia, de una nación entera.

En Génesis 45 encontramos el momento cuando José se da a conocer a sus hermanos, después de haberlos visto anteriormente dos veces pero sin que ellos se dieran cuenta que era él!
En el momento en que los hermanos de José se dan cuenta que es él, no lo pueden creer, y ellos arrepentidos por todo lo que le habían hecho a José comienzan a pedirle perdón, pero él no los deja disculparse y les dice lo siguiente (vv.5): "Ahora pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros."

Y al leer los siguientes dos versículos nos damos cuenta que aunque el proceso había sido difícil, y aunque José había sufrido mucho, el había encontrado una verdad hermosa, que lo que a él le había pasado era porque Dios así lo había permitido y porque un propósito hermoso había preparado para su vida!!

Saben lo que podamos pasar en nuestras vidas puede ser difícil, puede ser duro, pero cuando llegamos a conocer el propósito de Dios, no habrá resentimiento, dolor, ni herida que pueda quedar en nuestros corazones.
Y no es cosa de dos días, de una semana, puede llegar a ser algo de año y nos toque esperar ese momento, pero en cada momento podemos recordar que la fidelidad de Dios es grande y va hasta al final!! Deja que la paz de Dios llene tu corazón, deja que todo resentimiento se lleva, sabiendo que no es culpa de nadie que estés donde estés, que si Dios lo ha permitido es porque algo digno de esperar ha preparado para ti. Ya no sigas guardando rencor contra aquel te ofendió sea quien sea y abraza la fidelidad de Dios porque el cambiará toda tristeza y dolor en gozo y amor!! Deja que el sane tus heridas y las borre completamente de tu corazón!! No importa cuán lejos estemos, Dios ha sido y seguirá siendo fiel!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario