¿Vivir o
Sobrevivir?
¿Alguna vez te has
sentido asfixiado con tu vida? ¿Has llegado a creer que estas “salado” y las
cosas que te pasan a ti no le pasan a nadie más? ¿Estás cansado de ver que los
otros están bien y vos estas mal? ¿Has sentido envidia de que otro se mire alegre
y parezca disfrutar su vida y vos no podes estar así?
Todos en algún
momento de nuestra vida pasamos por circunstancias que nos llevan sentirnos
así- sin esperanza, cansados, hartos de lo mismo y lo mismo, comenzamos a
criticar, nos sentimos insatisfechos...y en vez de vivir nuestra vida al máximo
empezamos “sobrevivir” cada día, esperando que el día siguiente sea mejor y
desperdiciando la bendición que ese día traía consigo.
En la Biblia
encontramos un hombre que pasó por situaciones extremadamente difíciles, ese
hombre es Pablo. Como dice el dicho: para muestra un botón- vamos a Hechos
28:11-16.
Pablo había sido
acusado de alterar el orden público y de profanar el templo, lo juzgaban por la
doctrina que predicaba. Por ser ciudadano romano a Pablo le fue permitido
vivir en una casa particular con un soldado que le custodiara, algo
parecido a lo que hoy conocemos como “prisión domiciliaria”. Este
militar que lo vigilaba debía acompañarlo a todas horas y tenerlo atado
con una cadena al salir a la calle. Según las investigaciones, esta casa de
alquiler quedaba en una zona habitada por muchos judíos y había un espacioso
granero. Y aunque el apóstol Pablo esperaba que su liberación fuera pronto,
también existía la posibilidad de que lo condenaran a muerte. ¡Esta no es
precisamente una situación deseable!
Pero fue estando en prisión donde Pablo escribió
las llamadas “cartas de la cautividad”: Efesios, Filipenses, Colosenses y
Filemón.
- Esperaríamos que un prisionero dijera
algo como esto:”soy pobre y miserable.” Pero Pablo dijo a
los efesios, “soy rico y he sido bendecido con tantas bendiciones que no
las puedo contar” (Leer Efesios 1:3).
- Esperaríamos que un prisionero dijera
algo como esto: “soy la persona más desdichada y desconsolada de todo el
mundo.” Pero Pablo dijo a los filipenses, “puedo
regocijarme en todo tiempo y puedo contentarme cualquiera sea mi
situación, aunque esté en prisión” (Leer Filipenses 4:4, 11).
- Esperaríamos que
un prisionero dijera algo como esto: “estoy en una necesidad desesperada.
la vida es terrible.” Pero Pablo dijo a los colosenses,
“Cristo es todo lo que necesito. Cristo es mi vida.” (Leer Colosenses
2:10; 3:3).
- Esperaríamos que si un cristiano
estuviera en prisión diría: “señor, necesito salir de aquí para que poder
servirte.” Pero Pablo servía al señor aún durante su
tiempo en prisión. El predicó el evangelio a un esclavo fugitivo llamado
Onésimo y este hombre fue salvo. Este es el mensaje de Filemón.
Vivamos la vida, recordemos lo bendecido que somos cada uno de nosotros en
tener a un Dios que nos ama, sea lo que estes pasando en este momento,
agradece, vive este día, porque lo mejor esta por venir.
Dios te Bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario