viernes, 21 de septiembre de 2012

Reflexión viernes 21 de septiembre


Dios Habla


¿Alguna vez has escuchado la voz de Dios? Desde que me comprometí más con el Señor y empecé a orar más tenía un deseo. Y era el de poder conversar con Dios. Sé que al orar estamos hablando con Dios pero yo quería poder también escuchar esa respuesta inmediata de Dios como cuando platico con un amigo y que cualquier cosa que estuviera viviendo o en lo que necesitara ayuda poder simplemente tratarlo con Dios para que Él me dijera que hacer.

Eso cambió porque ahora puedo conversar con Dios. Me pasa que cuando estoy orando y le digo a Dios ¿por qué esto…? o ¿qué tengo que hacer aquí…? inmediatamente me contesta y quedo como que… “es cierto, gracias” o “bueno, pero me va a costar, necesito tu ayuda en esto”. Y me doy cuenta que Él siempre me respondía, pero yo no lo escuchaba. Y quiero contarte como aprendí a escucharlo:

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:19-21)

Está hablando de la Biblia y veo tres cosas. Primero que es una fuente segura, es decir, que en ella podemos confiar que no hay error. Segundo, que alumbra nuestro camino y nos puede ayudar en lo que sea que necesitemos dirección o aliento. Y tercero que es inspirada por Dios; en el lenguaje original significa que Dios la “respiró” en el hombre, o sea que viene EN SU TOTALIDAD de Dios.

Pero el versículo también dice que tenemos que estar atentos a ella porque así va a hacer que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en nuestros corazones. Para mí, eso fue llegar a conocer la Palabra de Dios para que ahora cuando oro y le pregunto algo a Dios, el Espíritu trae un versículo a mi mente con la respuesta. No siempre me pasa, pero ya tenemos esa conversación que les decía. Se trata de estar atentos a la Palabra porque muchas veces oramos pidiéndole a Dios que nos hable y hasta lloramos, pero Él ya nos habló, ahora nos toca a nosotros escucharlo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario