viernes, 14 de septiembre de 2012

Reflexión viernes 14 de septiembre


Él quiere hacer milagros…

Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.  (Mateo 13:53-58)

Los locales de Nazaret habían visto crecer a Jesús y creían conocer su trasfondo. Ellos miraban que tenía un carpintero por padre, una madre y un montón de hermanos. Cuando lo escuchaban enseñar en la sinagoga, pasaban su doctrina por un filtro pensando que era uno más del pueblo sin educación rabínica, cuando miraban sus milagros dice la Biblia que se “maravillaban” y suena bonito pero lo que significa en el original era que se “asustaban” porque no entendían como él podía hacer eso. Y qué triste porque al final del pasaje leemos que no hizo muchos milagros. Él podía hacerlos pero ellos no creían en Él.

Ahora yo me pregunto si nosotros seremos tan diferentes de los nazarenos. Puedo decir que creo en Jesús, creo que es el Hijo de Dios que vino a salvarme; pero cuando se trata de mi vida y necesito un milagro o necesito que me cambie, muchas veces dudo. Para que Cristo haga una obra poderosa necesito abandonar toda incredulidad y creer completamente en Él. Así que en esta historia podemos encontrar dos claves para llegar a  la fe que necesitamos para ver los milagros de Dios.

1.   Conocerlo

Los nazarenos conocían lo de afuera de Jesús, su trasfondo humano, pero no sabían que Él es eterno, no sabían que había estado con Dios en la fundación del mundo y podía sanar vidas; no sabían el poder que Él tenía para vencer el pecado y así perdonarnos nuestros pecados. No sabían que era el Rey de Reyes y Señor de Señores. ¿Lo conoces tú?

2.   Confiar en Él

Ahí dice que ellos “se escandalizaban” ahora esa palabra en el idioma original tiene mucho significado. Skandalizo: causar que una persona empiece a desconfiar y a desertar de alguien a quién debería obedecer y en quién debería confiar. Nosotros debemos confiar en Cristo, en que Él tiene el control y el poder para darnos vida, libertad y victoria. Al final, el conocer a Cristo y el confiar en Él nos lleva a realmente creer, y eso… lleva a Cristo a hacer los milagros en nosotros. 

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