¿A QUÉ
VIENES?
LEER JUAN 6
Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de
los escribas, que habían venido de Jerusalén; 5 Le preguntaron, pues, los
fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la
tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?6 Respondiendo
él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. (Marcos 7:1,5-6)
Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. (Marcos 7:1,5-6)
Los
fariseos no eran nada sutiles. Aquí leemos que se “juntaron” a Jesús y el 99%
de los fariseos que se acercaron a él, lo único que querían era encontrar algo
con que acusarlo o algo que probara que no era el Hijo de Dios. Naturalmente,
no lo encontraron, pero lo que llama la atención era el motivo para acercarse…
Yo recuerdo
en más de una ocasión hacer algo para mi mamá o papá que era extrañamente
amable, porque quería algo. Una vez senté a mi mamá en la mesa, le serví al comida,
hasta le ofrecí un masaje, ¡todo porque quería un regalo! ¿Cuántos no hicieron
eso? Pero mis papas siempre se dieron cuenta mi motivo y de igual forma nuestro
Padre siempre se da cuenta el motivo por
el cuál venimos ante Él. Los fariseos buscaban a Jesús para acusarlo y el los
descubrió llamándolos hipócritas.
También la multitud se acercó a Jesús con sus propios intereses en mente:
Cuando
vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en
las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.25 Y
hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?26 Respondió
Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis
visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. (Juan 6:24-26)
Pero
gracias a Dios, hubieron unos pocos que se acercaron a Cristo por las razones
correctas:
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús
vino a ellos andando sobre el mar.26 Y los
discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma!
Y dieron voces de miedo.27 Pero en seguida Jesús les
habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! Y cuando ellos
subieron en la barca, se calmó el viento.33 Entonces
los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente
eres Hijo de Dios. (Mateo 14: 25-27,32-33)
¿Por qué
razones te acercas a Jesús? A veces tenemos miedo de que Él nos castigará y
corremos a pedirle perdón para que no nos pase nada malo. Otras ocasiones
estamos en un apuro y necesitamos su ayuda, y Él siempre está cuando lo
necesitamos, está bien pedirle. Pero ¿qué tan seguido nos acercamos sólo porque
queremos adorarlo? Porque queremos conocerlo, y saber más de Él, porque
necesitamos más de Él que sus bendiciones.
No seamos
como los fariseos, ni como la multitud, seamos sus discípulos y acerquémonos
para amarlo.
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