viernes, 1 de junio de 2012

Reflexión viernes 1 de junio


¿A QUÉ VIENES?
LEER JUAN 6

Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
    Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí.   (Marcos 7:1,5-6)

Los fariseos no eran nada sutiles. Aquí leemos que se “juntaron” a Jesús y el 99% de los fariseos que se acercaron a él, lo único que querían era encontrar algo con que acusarlo o algo que probara que no era el Hijo de Dios. Naturalmente, no lo encontraron, pero lo que llama la atención era el motivo para acercarse…

Yo recuerdo en más de una ocasión hacer algo para mi mamá o papá que era extrañamente amable, porque quería algo. Una vez senté a mi mamá en la mesa, le serví al comida, hasta le ofrecí un masaje, ¡todo porque quería un regalo! ¿Cuántos no hicieron eso? Pero mis papas siempre se dieron cuenta mi motivo y de igual forma nuestro Padre siempre se da  cuenta el motivo por el cuál venimos ante Él. Los fariseos buscaban a Jesús para acusarlo y el los descubrió llamándolos hipócritas. También la multitud se acercó a Jesús con sus propios intereses en mente:

Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. (Juan 6:24-26)

Pero gracias a Dios, hubieron unos pocos que se acercaron a Cristo por las razones correctas:

Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo.27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. (Mateo 14: 25-27,32-33)

¿Por qué razones te acercas a Jesús? A veces tenemos miedo de que Él nos castigará y corremos a pedirle perdón para que no nos pase nada malo. Otras ocasiones estamos en un apuro y necesitamos su ayuda, y Él siempre está cuando lo necesitamos, está bien pedirle. Pero ¿qué tan seguido nos acercamos sólo porque queremos adorarlo? Porque queremos conocerlo, y saber más de Él, porque necesitamos más de Él que sus bendiciones.

No seamos como los fariseos, ni como la multitud, seamos sus discípulos y acerquémonos para amarlo.

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