martes, 12 de junio de 2012

Reflexión martes 12 de junio del 2012


LO MAS IMPORTANTE…
                                                                                            LEER GENESIS CAPITULOS 25 Y 26
 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[a]31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.                                                                                  GENESIS 25:28-34
Esta es una de las historias que recuerdo desde niño como una de las que más me intrigaban, primero no entendía que era eso del potaje que cocinaba Jacob, ahora entiendo que era algo así como una sopa de frijoles y después no entendía que era eso de la primogenitura y como esto  era capaz de venderse o regalarse y porque era realmente tan importante así que decidí investigar y esta es la razón…
“La primogenitura era un honor especial que recibía el primer hijo que nacía, incluía una doble porción de la herencia de la familia junto con el honor de llegar a ser algún día el líder de la misma, el hijo mayor podía  vender su primogenitura o regalarla si quería, pero perdía su posición de líder.”
                                                                           Comentario Biblia Diario Vivir                             
Entonces entendí que si la primogenitura era un gran rollo, ahora por otro lado,  según las costumbre si estaba la opción de regalarla o de venderla, entonces vuelvo a mi pregunta ¿Cuál es el gran rollo? Pues decidí investigar un poco mas y encontré que esa posición de líder que se gana o se recibe al ser el primogénito, no era simplemente la posición de líder administrativo de la familia, era la posición de sacerdote o líder espiritual de la misma, era un bendición muy especial donde el padre que moría o que estaba a punto de morir (lo veremos más adelante en la historia) otorgaba a su hijo el privilegio de guiar a su familia en el camino de Dios y ese si es gran rollo!! Porque al vender su primogenitura por un caldo de frijoles rojos Esaú demostró desprecio hacia las bendiciones espirituales que recibiría, en otras palabras entrego los beneficios eternos de esa bendición por el momento pasajero de comer una buena sopa, no se detuvo a pensar, no considero las consecuencias, no se imagino lo que eso significaba!
Ahora ¿será que lo mismo nos puede pasar a nosotros? ¿Será que por el placer temporal podemos llegar a menospreciar la bendición de Dios sobre nuestra vida? Muchas veces mantenemos situaciones, o valoramos mas una conversación en un celular que lo que Dios está haciendo en una reunión, muchas veces valoramos mas lo terrenal, lo inmediato, lo pasajero en lugar de lo divino, lo permanente, lo perfecto…Esaú menosprecio su bendición, no menospreciemos nosotros la nuestra.

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