viernes, 18 de enero de 2013

Reflexión viernes 18 de enero de 2013

DIOS TIENE EL CONTROL

Me gusta mucho ir al MJP cada sábado. Sé que para algunos es una costumbre, de repente alguno irá obligado, pero muchos van porque quieren buscar el rostro de Dios. Para mí es hasta parte de mi vida y dos años que viví fuera del país lo extrañaba como a mi familia. Cuento esto porque he estado reflexionando en lo mucho que significa para mí cada sábado y el hecho que no podré ir a la mayoría de las reuniones en las próximas 10 semanas. Estoy la última clase de mi carrera y me cerraron la sección en la que estaba (de lunes a jueves) y me pasaron a una sección que es los sábados de 4:00 a 6:30. Traté de cambiarla, hice todo lo que pude, oré muchísimo por esto, pero al final le dije a Dios que Él tiene el control. Y nada ni nadie está encima de Dios. No era lo que yo quería pero me llevó a meditar en uno de mis personajes favoritos de la Biblia. Porque todos hemos estado o estaremos en un situación cuando no podemos hacer nada más que aceptar lo que es y decidir darle la gloria a Dios aún ahí.

José era un adolescente cuando soñó por primera vez. Se miraba con grandeza y con la admiración de sus hermanos y hasta la reverencia de sus padres. Pero su vida fue muy diferente a lo que él se imaginaba o soñaba. Sus mejores años en su juventud (desde los 17 años) se fueron sirviendo a un señor egipcio. José fue escalando porque era responsable y el favor de Dios estaba con Él. Pero eso pareció llevarlo más bajo porque terminó en una sucia y ominosa prisión. El sitio donde los sueños mueren, donde la gloria de las metas o deseos se desvanece en la monotonía, donde la impotencia y coerción de la libertad pueden apagar el corazón más valiente. Pero Dios estaba ahí y a su tiempo cambió la historia de José.

El esclavo, el prisionero pasó a ser el vicepresidente de una gran nación. Pero eso no fue todo, antes José soñaba con gloria, pero ahora la gloria era irrelevante comparado con lo que pudo hacer ahí. Porque cuando vino la hambruna y los hermanos y padre de José no hallaban que hacer fueron a Egipto. Ya conoces la historia, José hizo muchas cosas hasta que les reveló quien era (porque no lo reconocían ya a sus 37 años) y luego los perdonó y llegó el papá de José y se abrazaron. Más que la pompa, más que el episodio emocional que sería excelente para un show de televisión: José entendió el propósito de Dios. Cuando su padre murió, sus hermanos pensaron que ahí se vengaría de ellos por venderlo pero José les dijo:

Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.

José entendió que Dios no quería que él sufriera en la cárcel o siendo esclavo, pero Dios lo permitió porque así Dios salvó a todo un pueblo de la muerte segura. Si años atrás José hubiera recibido el honor de su padre y sus hermanos siempre lo hubieran respetado, cuando llegara la hambruna asaber qué hubiera pasado. Pero José, en vez de reclamar y autocompadecerse, fue fiel donde estuvo y Dios usó eso para asegurar la sobrevivencia de los hermanos de José… entre ellos, Judá, quien fue ancestro de Jesús. Dios tiene un tiempo perfecto y un control meticuloso, nada se escapa de Él y todo obra para su perfecta voluntad si lo dejamos. Si hoy estas pasando un situación que no sabes que deparará, confía en Dios, porque Él ya sabe a dónde vas y Él tiene lo que es mejor. Él te ama y su plan para ti es de vida y vida en abundancia. Confía en Jehová y descansa en que Él tiene y quiere hacer lo mejor. José pasó 13 años desde que fue vendido hasta que salió de la cárcel, pero en todo momento fue fiel a Dios y en vez de reclamarle, honró a Dios. Somos llamados a hacer lo mismo, porque mientras nosotros pasamos algo que no controlamos, no sabemos lo que Dios está preparando tras bastidores, si somos fieles, a su tiempo lo veremos.

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