DIOS TIENE EL CONTROL
Me gusta mucho ir al MJP cada sábado. Sé
que para algunos es una costumbre, de repente alguno irá obligado, pero muchos
van porque quieren buscar el rostro de Dios. Para mí es hasta parte de mi vida
y dos años que viví fuera del país lo extrañaba como a mi familia. Cuento esto
porque he estado reflexionando en lo mucho que significa para mí cada sábado y
el hecho que no podré ir a la mayoría de las reuniones en las próximas 10
semanas. Estoy la última clase de mi carrera y me cerraron la sección en la que
estaba (de lunes a jueves) y me pasaron a una sección que es los sábados de
4:00 a 6:30. Traté de cambiarla, hice todo lo que pude, oré muchísimo por esto,
pero al final le dije a Dios que Él tiene el control. Y nada ni nadie está
encima de Dios. No era lo que yo quería pero me llevó a meditar en uno de mis
personajes favoritos de la Biblia. Porque todos hemos estado o estaremos en un
situación cuando no podemos hacer nada más que aceptar lo que es y decidir
darle la gloria a Dios aún ahí.
José era un adolescente cuando soñó
por primera vez. Se miraba con grandeza y con la admiración de sus hermanos y
hasta la reverencia de sus padres. Pero su vida fue muy diferente a lo que él
se imaginaba o soñaba. Sus mejores años en su juventud (desde los 17 años) se
fueron sirviendo a un señor egipcio. José fue escalando porque era responsable
y el favor de Dios estaba con Él. Pero eso pareció llevarlo más bajo porque
terminó en una sucia y ominosa prisión. El sitio donde los sueños mueren, donde
la gloria de las metas o deseos se desvanece en la monotonía, donde la
impotencia y coerción de la libertad pueden apagar el corazón más valiente. Pero
Dios estaba ahí y a su tiempo cambió la historia de José.
El esclavo, el prisionero pasó a ser
el vicepresidente de una gran nación. Pero eso no fue todo, antes José soñaba
con gloria, pero ahora la gloria era irrelevante comparado con lo que pudo
hacer ahí. Porque cuando vino la hambruna y los hermanos y padre de José no
hallaban que hacer fueron a Egipto. Ya conoces la historia, José hizo muchas
cosas hasta que les reveló quien era (porque no lo reconocían ya a sus 37 años)
y luego los perdonó y llegó el papá de José y se abrazaron. Más que la pompa,
más que el episodio emocional que sería excelente para un show de televisión:
José entendió el propósito de Dios. Cuando su padre murió, sus hermanos
pensaron que ahí se vengaría de ellos por venderlo pero José les dijo:
Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a
bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora,
pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los
consoló, y les habló al corazón.
José entendió que Dios no quería que
él sufriera en la cárcel o siendo esclavo, pero Dios lo permitió porque así
Dios salvó a todo un pueblo de la muerte segura. Si años atrás José hubiera
recibido el honor de su padre y sus hermanos siempre lo hubieran respetado,
cuando llegara la hambruna asaber qué hubiera pasado. Pero José, en vez de
reclamar y autocompadecerse, fue fiel donde estuvo y Dios usó eso para asegurar
la sobrevivencia de los hermanos de José… entre ellos, Judá, quien fue ancestro
de Jesús. Dios tiene un tiempo perfecto y un control meticuloso, nada se escapa
de Él y todo obra para su perfecta voluntad si lo dejamos. Si hoy estas pasando
un situación que no sabes que deparará, confía en Dios, porque Él ya sabe a dónde
vas y Él tiene lo que es mejor. Él te ama y su plan para ti es de vida y vida en
abundancia. Confía en Jehová y descansa en que Él tiene y quiere hacer lo
mejor. José pasó 13 años desde que fue vendido hasta que salió de la cárcel,
pero en todo momento fue fiel a Dios y en vez de reclamarle, honró a Dios.
Somos llamados a hacer lo mismo, porque mientras nosotros pasamos algo que no
controlamos, no sabemos lo que Dios está preparando tras bastidores, si somos
fieles, a su tiempo lo veremos.
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