Rechazados
Unos meses antes de graduarme del colegio
apliqué a una beca muy conocida para estudiar en los Estados Unidos por cuatro
años. Fue emocionante recibir la llamada para la primera entrevista, ¡me
parecía como que la beca ya era mía! Pasé todo el proceso hasta que llegué a la
entrevista final con unos norteamericanos…solo era cuestión de esperar una
llamada con la información que me habían elegido. Y la llamada nunca llegó.
Recuerdo haber llorado y haber estado muy desanimada, sentía que había
fracasado, que me habían rechazado y ni sabía por qué. Lo peor era tener que
revivir todo cada vez que le explicaba a alguien que no me la habían dado. Pero
a Dios no se le pasan nuestros sueños por alto. Cuatro años más tarde el Señor me
permitió irme de intercambio becada a estudiar por un año. Después de haber
vivido la experiencia me doy cuenta que probablemente la primera vez que
intenté irme no estaba preparada para estar sola, lejos de mi familia. Durante
esos cuatro años de espera pude madurar un poco más y Dios me permitió vivir
experiencias y conocer personas que no cambiaría por nada del mundo.
Ser rechazados es una de las experiencias más
dolorosas que a todos nos toca vivir en algún momento de nuestras vidas. Pero a
nadie lo han rechazado tanto como Jesús, de quien Isaías había profetizado que sería "despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos" (53:3). Jesús no solo fue rechazado
por personas de autoridad y los religiosos de su tiempo, sino también por las personas
más cercanas a él, sus discípulos- “…muchos de sus discípulos volvieron atrás,
y ya no andaban con él” (Juan 6:66) ¿Te imaginas cómo se sintió Jesús cuando
Judas se le acercó para entregarlo con un beso? Reflexionar en cómo Jesús fue
rechazado nos ayuda en dos cosas: 1) Nos hace reconocer que el rechazo es una
experiencia universal, es parte de la vida. 2) Jesús entiende, Él experimentó
más rechazo del que podrás experimentar en toda tu vida, el conoce tu dolor y ha
prometido “no te dejaré ni te
desampararé” (Hebreos 13:5)
Te dejo algunas
recomendaciones de qué puedes hacer si estas luchando con el rechazo:
1.
Cuéntale
al Señor como te sientes. Considera escribir tus oraciones, así cuando todo
haya pasado podrás regresar a leer cómo te sentías y maravillarte de la
fidelidad de Dios
2.
Estudia
Su palabra y marca todas las promesas que encuentres que hablen de Su compañía,
Su guía, Su poder, etc.
3.
Acepta
que otros oren por ti y contigo
4.
Busca
canciones, citas, poemas que te sirvan de ánimo cuando lo necesites
5.
No
te cierres a lo que Dios quiere hacer contigo, a que Él quiera llevarte por
otra dirección. Ábrete a las nuevas oportunidades que Él puede tener para ti.
¡Ten confianza en el Señor!
¡Ten valor, no te desanimes!
¡Sí, ten confianza en el Señor!
¡Ten valor, no te desanimes!
¡Sí, ten confianza en el Señor!
Salmos 27:14
No hay comentarios:
Publicar un comentario