viernes, 26 de julio de 2013

Reflexión viernes 26 de julio de 2013

Lecciones de unos fumadores

Acabo de leer un artículo sumamente interesante en el New York Times que contaba de un estudio realizado a fumadores/no fumadores. El estudio trataba de encontrar una relación estadística para ver por qué los fumadores fuman. Contrario a la intuición, se vio que no en todos los casos eran adictos, muchos podían dejarlo. Tampoco se trataba de ignorancia, porque se encontró que estaban informados al menos igual que los no fumadores, en algunos casos hasta más. Tampoco era un deseo patológico de tomar altos riesgos. ¿Entonces que era?

No puedo poner todos los específicos de cómo lo analizaron, pero vieron que es un rasgo de la personalidad en el que estas personas tienen una relativa inhabilidad para posponer la satisfacción y respetar consideraciones a largo plazo (como su salud). En otras palabras: un pobre dominio-propio.

Eso me dejó perplejo porque me puse a pensar que aunque yo no fumo, si he visto otras formas de este mal (falta de dominio propio) en mi vida y en las vidas de otros. Tal vez no todos los que lean esto les aplique. Pero piensa en todas esas cosas que hacemos para obtener una satisfacción inmediata en vez de sacrificar para obtener algo mejor después.
Ese sacrificio se expresa en diferentes maneras, puede ser tiempo cuando te toca esperar por algo mejor. Puede ser algún tipo de sacrificio menor como tener que levantarte temprano para hacer ejercicio y evitar comer a lo loco cada vez que tenes un plato enfrente. Cuesta mucho porque con un día de dieta y ejercicio no se logra el objetivo, son una serie de muchos días, muchas comidas comedidas, pero el resultado a la larga vale la pena. O puede ser en otras áreas como la inmoralidad sexual o el mal uso del dinero. Siempre está la opción de la gratificación inmediata en vez de esperar a la mejor; es difícil ahorrar y no digamos la lucha por la pureza en todos sus sentidos. O tal vez es en algo tan sencillo como decidir orar cierta cantidad de tiempo todos los días para mejorar tu relación con Dios. Nos encantan los campamentos o conciertos porque disfrutamos de la Presencia de Dios en eventos increíbles, pero qué cuesta ser diligente en orar esos 30 minutos por la mañana o la noche… todos los días.

Si te has visto en alguna de esas situaciones y el dominio propio es un problema para vos quiero decirte un par de cosas al respecto:

1.    El dominio propio es parte del fruto del Espíritu: en esa famosa lista de amor, gozo, paz, paciencia… al final se menciona la templanza, que en muchas ocasiones también se traduce como “dominio propio”. Para lograr este fruto en nuestra vida, tenemos que andar en el Espíritu lo que significa darle el control a Él y obedecerlo.

2.    Se logra con perseverancia:

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:6-7, énfasis añadido)

Dios te da el empujón espiritual para el dominio propio, pero es tu responsabilidad AVIVAR el fuego. Para que una fogata no se apague hay que estarle 1)poniendo leña y 2)constantemente. El dominio propio se logra en las trincheras, poniéndole ganas aun cuando no sintas hacerlo, orando cuando no sentís nada, esperando cuando lo queres para ya, huyendo cuando no podes resistir. Y es algo de todos los días.

3.    Necesitas ayuda: si ves el contexto del versículo anterior Pablo está hablando de como él oraba por Timoteo, y luego menciona a la abuela y a la madre de Timoteo. Timoteo no estaba solo, vos tampoco tenes que estarlo. Primero contas con el Espíritu, pero también necesitas de personas que te acompañen,  un amigo para hacer ejercicio, un líder para darle cuentas, un amigo a quien contarle como estas.


¿Podes lograrlo?

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