viernes, 12 de julio de 2013

Reflexión viernes 12 de julio 2013

MI ROPA FAVORITA

Si alguna vez has tenido un traje o camisa o cualquier tipo de ropa favorita, vas a saber de lo que hablo. Me refiero a esa prenda que está muy guardada en el closet y es como una lucha porque te encanta y te la queres poner pero al mismo tiempo no queres usarla demasiado… o llegas al punto que nunca te la pones porque es tan especial que ninguna ocasión es lo suficientemente buena como para usarla. Al fin y al cabo lo importante es ponérsela.
Tal vez ese ejemplo sea un poco insignificante, pero lo que sí es importante es que las cosas que hacemos, al igual que la ropa que nos ponemos, depende de nosotros. Hay un par de versículos muy buenos en Efesios que hablan de esto:

Desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. (Efesios 4:22-24, NTV subrayado añadido)

Primero nota que nos ordena deshacernos para luego ponernos algo en su lugar. No podemos usar dos trajes al mismo tiempo. Y segundo nota que Dios nos pide sólo aquello que está a nuestro alcance. Pero a veces, aun teniendo la mejor ropa, escogemos la peor prenda solo por comodidad o por no tomarnos el costo de limpiar (planchar, arreglar) la ropa buena. Es más fácil andar en los viejos pecados, ser perezoso con la voluntad de Dios y no hacer aquellas cosas que son realmente justas y santas. ¿Pero qué tenemos que quitarnos para ponernos lo bueno en su lugar? Efesios lo aclara:

Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo. Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo. Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad. No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención. (Efesios 4:25-30, NTV énfasis añadido)

Creo que las negritas y los resaltados dejan bien claro lo que no debemos hacer y lo que sí tenemos que hacer. Por eso sólo creo necesario mencionar lo subrayado en el primer versículo y este último. Vos como cristiano le perteneces a Dios, dice la Palabra que ¡¡somos suyos!! Pero así de salvos como somos, todavía podemos hacer cosas que entristecen al Espíritu Santo. Y esto nos dice que Él realmente nos ama: porque sólo alguien que nos ama se pondría triste con algo malo que hagamos, el que no nos ama es indiferente a lo que hacemos. Pero Dios Espíritu Santo nos ama demasiado.

Y si realmente queres hacer sólo lo que le agrada necesitas su ayuda. Porque al principio leíamos que tenemos que dejar que Él nos renueve los pensamientos. De eso se trata. He escuchado de chavas que deciden (en su mente) que se van a poner desde el día anterior. Porque no nosotros como cristianos desde el día anterior decidimos como vamos a vivir el día siguiente, la próxima hora, y hacemos (con la ayuda del Espíritu Santo) lo que le alegra.

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