viernes, 3 de mayo de 2013

Reflexión viernes 3 de mayo de 2013


QUIERO SER SANTO

¿Por qué quieres ser santo? La Biblia dice que sin santidad nadie verá al Señor y Cristo agregó que los de corazón limpio verían a Dios. Qué bueno ser santos y andar en santidad, ¿pero por qué anhelamos esto? A veces, queremos ser santos porque estamos en una comunidad de santos (la iglesia) y queremos “pertenecer”; otras veces queremos ser santos para no sentirnos sucios o pecadores y tal vez hasta llenarnos aún más de jactancia y autosuficiencia “aura de grandeza”; aun otras veces queremos ser santos por costumbre o para que no me moleste la conciencia, para cumplir con mis deberes.

Pero Dios ve nuestro corazón. La razón para la santidad debe ser porque Él es santo. La motivación de esto debe ser buscar ser como nuestro Dios, como nuestro Padre y parecernos a Él en todo.

Este cambio en perspectiva nos va a ayudar a ser santos porque no siempre vamos a tener  ganas de hacer los deberes, o podríamos ser indiferentes con nuestros amigos de la iglesia, o cuando estés solo podrías perder el enfoque de tu orgullosa santidad. Pero lo que nos define, el hecho que somos hijos de Dios, eso va a marcar nuestro pensamiento siempre, y nuestra santidad va a brotar de nuestra nueva naturaleza comprada por Jesús. Cuando tengas una tentación no te sintas mal, sólo recorda quien sos.

No penses en las consecuencias, pensa en las causas “porque Cristo pagó por mí, soy de Él”. No penses en quien pensaría mal de vos, pensa en quien murió por vos cuando aun eras pecador y pensó bien de vos desde el principio. No penses en que tenés que portarte bien, pensa en que sos libre y tenes el poder y la madurez para escoger hacer lo bueno.

Por lo tanto, vivan como hijos obedientes de Dios. No vuelvan atrás, a su vieja manera de vivir, con el fin de satisfacer sus propios deseos. Antes lo hacían por ignorancia, 15 pero ahora sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo. 16 Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo». (1 Pedro 1:14-16)

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