lunes, 20 de mayo de 2013

Reflexión Lunes 20 de Mayo, 2013

Atrás y Delante de Nosotros


Leer 2 Reyes 6:8-23

Aquí el Rey de Siria se encuentra en guerra contra Israel. Pero Israel tenia una ventaja, tenia a Dios. Pero ademas de tener a Dios tenia a alguien que confiaba en Dios y alguien en que Dios hablaba directamente a el.

Aquí hablo de Elíseo, en este pasaje conocido como el varón de Dios. Ese titulo la verdad me encanta, ser conocido así en ese tiempo significaba un profeta. Pero algo curioso de los profetas es que ellos realmente tenia una comunión con Dios. Y Dios quien lo conoce todo le revelaba los secretos del Rey de Siria a Elíseo.

10 Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse.
11 Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?
12 Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Elíseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.

Y este el primer atributo de un varón de Dios. Alguien que puedo escuchar la voz de Dios. Ahora, yo se que nadie (o puedo que si) tiene un don de profecía  Pero eso realmente no debería impedirnos escuchar la voz de Dios ya que Su Palabra es esa voz.

15 Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: !!Ah, señor mío! ¿qué haremos?

Esta es mi parte favorita, ¿que haremos? le dice el siervo. El segundo atributo de un varón de Dios es que confía que Dios lo cuida. ¡Pero lo confía con todo su corazón! ¡No duda de ello!

16 El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
17 Y oró Elíseo  y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Elíseo.

¡Que increíble! Y sépanlo ustedes. Tenemos un ejercito alrededor, delante y detrás de nosotros. No teman. Elíseo confiaba en Dios. Es cierto que no lo vemos, pero Dios nos tiene en su cuidado.

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