El Martes
pasado decíamos que una de las formas en que podemos llegar a conocer a Dios es
a través de sus muchos nombres y que cada nombre nos revela un aspecto de Su
carácter. Ya conocimos a Dios como Jehová-
Jireh (Dios Proveedor), hoy exploraremos otro de Sus nombre:
Jehová-Shalom
22 Viendo
entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he
visto al ángel de Jehová cara a cara.
23 Pero
Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
24 Y edificó
allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-shalom; el cual permanece
hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.
Jueces 6:22-24
En este pasaje vemos
a Dios surgir como Jehová Shalom
o Jehová es Paz. Este nombre
aparece en medio de circunstancias tormentosas. Jueces 6 nos relata que por su
pecado de idolatría, la nación de Israel fue entregada en manos de sus
enemigos, los madianitas, por largos siete años. Fue tal la opresión que para
poder sobrevivir los Israelitas tuvieron que vivir escondidos en cuevas. Los
madianitas constantemente los atacaban y se apoderaban de sus tierras, sus
cultivos, ganado, etc. Los Israelitas vivían humillados, llenos de temor y en
extrema pobreza.
Fue en medio de estas
circunstancias que el Señor se le presentó a Gedeón en forma de un ángel y lo
escogió para liberar a su pueblo. Luego de “argumentar” con el ángel (si
quieres conocer más de esta historia lee Jueces 6) por un rato Gedeón se dio
cuenta de con quién hablaba, edificó un altar a Jehová y lo bautizó con el
nombre de Jehová es paz.
Según el diccionario
la palabra paz significa tranquilidad, calma,
sosiego del espíritu, y otro de sus significados es reconciliación. En el Antiguo Testamento la reconciliación con Dios
se lograba a través de sacrificios de sangre. Y es justamente así como nosotros
obtenemos reconciliación o paz- a través del sacrificio perfecto: Jesús.
Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él
mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido
reconciliados, seremos salvados por su vida! Romanos 5:10
En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz
con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1
Jesús mismo es
nombrado Príncipe de Paz (Isaías 9:6-7).
Una vez que estamos en paz con Dios por medio de aceptar y creer el sacrificio
de Jesús en la cruz, podemos disfrutar del beneficio de conocer su PAZ:
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el
mundo. No se angustien ni se acobarden. Juan 14:27
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo
afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. Juan
16:33
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
Y ¡ojo! Quienes han
conocido y aceptado al Dios de paz también deben producir paz:
…el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad,
bondad… Gálatas 5:22
Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes,
vivan en paz con todos. Romanos
12:18
¿Estás viviendo como
los Israelitas- en guerra, temor, humillación, etc. por “madianitas” en tu
vida? Asegúrate de estar en reconciliación o paz con Dios y luego disfruta de
conocer a Jesús como el Dios de Paz.
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