viernes, 6 de julio de 2012

Reflexión viernes 6 de julio


SOMOS LA LUZ

LEER MATEO 5

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.    (Mateo 5:14-16)

Confieso que he leído estos últimos versículos al menos 10 veces (sin exagerar) y he predicado o enseñado de ellos al menos unas 5 veces (en serio!). Sin embargo esta semana, leyendo un libro, llegué a comprender algo que aún no sabía y eso es lo que quiero compartir.

¿Te acordas cuando te enseñaron los antónimos en español? Por si acaso, son palabras que expresan ideas opuestas o contrarias. Probablemente te enseñaron los comunes como grande y pequeño, feliz y triste, luz y oscuridad, etc. No me quiero meter a problemas con tu maestro de español, pero el último ejemplo no son verdaderos antónimos. Porque los antónimos son opuestos y los opuestos se dan cuando dos objetos se impiden mutuamente. Mientras más te alegras menos triste estás o viceversa. Pero con la luz y la oscuridad, si se enfrentan, siempre gana la luz. La oscuridad sólo es un lugar donde no ha llegado la luz, pero una vez que llega ya deja de haber oscuridad y el más pequeño rayo de luz puede acabar con la oscuridad más densa.

Por eso la enseñanza de Jesús en Mateo no era acerca de la luz contra la oscuridad, ni siquiera menciona la oscuridad. Su enseñanza era que la luz no debe ser escondida sino puesta donde en verdad pueda alumbrar a todos. Nosotros somos la luz del mundo y si brillamos, no hay tinieblas que puedan resistir. El diablo sabe esto, entonces va a intentar de todas las maneras que nos escondamos debajo de la mesa donde no podemos alumbrar a nadie.

Una forma común es a través de la presión de grupo. Si tal vez podrías hablar palabras de bendición para otros pero como todos hablan de una forma y de ciertos temas, te callas y ahí la luz no llegó a las tinieblas por pena. Otra forma es el miedo cuando Dios te llama a hacer algo pero pensas que no lo vas a poder lograr. O tal vez tenés dudas porque consideras tus debilidades o tu pasado. Pero tenés que mostrar tu luz y dejar la pena, el miedo o las dudas atrás porque el mundo necesita luz desesperadamente. Tus amigos necesitan a Jesús, tus compañeros, tu familia, tu entorno también. ¿Qué vas a hacer? ¿Te vas a esconder o vas a brillar con valentía delante de los demás? Ellos necesitan tu luz. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario