Hace unas
semanas que estamos conociendo más sobre el carácter de Dios al explorar el
significado de sus muchos nombres. Hasta ahora hemos conocido a Dios como:
·
Jehová
Jireh: Dios mi Proveedor
·
Jehová
Shalom: Dios mi Paz
·
Jehová
Nissi: Dios mi Estandarte
Hoy conoceremos a Dios como…
Jehová-Raah
Jehová es mi pastor;
nada me faltará.
En lugares
de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle
de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmos 23: 1-4
El Salmo 23 es uno de los textos más conocidos de la Biblia y es uno de
los muchos lugares donde encontramos a Dios representado como Jehová Raah o Jehová mi Pastor.
El Salmo 23 fue escrito por David, quien con propiedad describe la
relación entre una oveja y su pastor ya que él fue pastor de ovejas antes de
ser rey. En este Salmo David adopta el papel de oveja y le atribuye a Dios el
papel de pastor. Para que podamos tener una mejor imagen de Dios como nuestro
Pastor primero vamos a indagar un poco más en cómo son las ovejas.
·
Las ovejas son torpes. Nunca vamos a encontrar a una
oveja en un circo, ya que son incapaces de aprender un truco. Les cuesta seguir
órdenes y suelen alejarse del rebaño y perderse.
·
Las ovejas son indefensas. A diferencia de otros
animales las ovejas no tienen colmillos, ni garras, ni aguijones, tampoco
vuelan o nadan. Las ovejas necesitan ser protegidas o se vuelven presa fácil de
otros animales.
·
Las ovejas son sucias. Muchos animales, como los
gatos, buscan maneras de lavarse a sí mismos. Este no es el caso de las ovejas,
quienes permanecen sucias al menos que el pastor les dé un baño.
En
conclusión, las ovejas necesitan un pastor para sobrevivir.
Definitivamente
nosotros clasificamos como ovejas: torpes (de inteligencia limitada),
vulnerables ante los ataques de nuestro Enemigo, y sucios, en constante
necesidad de ser limpios de nuestros pecados e incapaces de lograrlo por
nuestra propia cuenta. Nosotros también necesitamos un Pastor.
Dios es
nuestro pastor. Y Él no solo es un pastor, él es MI pastor, indicando que desarrolla una relación personal con
cada una de sus ovejas. Como nuestro pastor Dios…
·
Provee, alimenta (nada me faltará)
·
Da descanso (en
lugares de delicados pastos me hará descansar)
·
Conforta (confortará
mi alma)
·
Guía (me
guiará por sendas de justicia)
·
Acompaña y defiende (aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque
tú estarás conmigo)
·
Alienta (Tu
vara y tu cayado me infundirán aliento)
Jesús es
conocido como el Buen Pastor, y como lo haría un buen pastor, Él dio su vida
por amor a sus ovejas: Yo soy el buen
pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Juan 10:11
¡Qué mejor cosa que ser oveja del mejor de los pastores! ¿Estás corriendo
hacia la seguridad de su “redil”? ¿Has decidido como lo hizo David- en la casa
de Jehová moraré por largos días? Determina hoy disfrutar de los cuidados de tu
Buen Pastor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario