Con Todo...
28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Marcos 12
Este versículo se me vino a la mente, como tenemos que adorar a Dios:
Con todo tu Corazón
Usualmente uno hace referencia del corazón a los sentimientos. Si nos acordamos en un campamento aprendimos lo que realmente quiere decir la Biblia cuando habla de nuestro corazón. Lo mas cercano a nuestro corazón, son nuestros pensamiento. "De la abundancia del corazón habla la boca." Lucas 6:45. "Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad." Filipenses 4:8
Con toda tu Alma
El alma es como nuestra voluntad. Es tener el deseo de alabar a Dios. Es poner mi ser en obediencia y alabanza a Dios.
Con toda tu Mente
Tu mente, no es precisamente lo mismo a tus pensamiento. Tu mente es tu intelecto. Amar a Dios discerniendo entre lo bueno y lo malo. Tener conciencia de la Fe, la sana doctrina.
Varias reflexiones atrás aprendimos que amar a Dios es seguir sus mandamientos. Es decir que mis pensamientos (mi corazón) guardaran sus mandamientos. Mi voluntad (alma) seguirá sus mandamientos y mi mente decidirá y discernirá que es lo correcto para hacer lo correcto.
La razón de esta reflexión: usualmente se dice con el 90%.... con el 80%... con el 100% lo voy a adorar. Pero quiero tocar otro punto: Solamente con mi corazón... solamente con mi alma...solamente con mi mente? ¡NO! Con las tres juntas y no separadas:
¡Con mi corazón para que Dios me toque y pueda sentir su presencia!
Con mi alma para someter mi cuerpo a adorar a Dios, levantar manos, postrarme o simplemente cerrar los ojos. Para tener la voluntad de obedecer.
Con mi mente! Para no dejar que mis emociones se alejen de lo que Dios dejo como máxima autoridad: La Biblia.
Y finalmente. Con todas mis fuerzas. Que eso es simplemente ponerle ganas. ¡CON TODO!
Y finalmente. Con todas mis fuerzas. Que eso es simplemente ponerle ganas. ¡CON TODO!
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