miércoles, 8 de enero de 2014

Héroes de la fe - 8 de enero de 2014

Héroes de la fe

Ahorita que estamos en el ayuno de 21 días hemos estado leyendo reflexiones acerca de los héroes de la fe. Se miran personas muy grandes, exitosas en lo espiritual que nos gustaría ser como ellos; pero nos vemos a nosotros de cierta forma distantes de ellos y con nuestras debilidades y fracasos. Ahora yo creo firmemente que vos y yo podemos ser héroes de la fe y solo quiero contarte que no se trata de una fe tan grande y grandes obras, sino de una fe tal vez pequeña pero de una persona enfocada en el Dios grande.

En Mateo 14 encontramos muchos testimonios de milagros y obras que hizo Jesús, mira los detalles de algunas de esas historias:

Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. (Mateo 14:13-14)

Fijate que la gente andaba por todos lados buscando a Jesús y donde él iba, en esa ocasión les fue bien porque Jesús los alimentó con peces y panes aparte de sanar a los enfermos. También hay otra ocasión:

Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. 35 Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; 36 y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos. (Mateo 14:34-36)

Y ahora la gente quería tocarlo. ¿Por qué tanta insistencia con Jesús? ¿Qué los atraía de este hombre que apenas conocían? Ellos eran la multitud, no los discípulos. Ninguno de ellos caminó sobre las aguas o tocaron las heridas en las manos de Jesús después. Pero ellos tenían algo y era que creían que Jesús era el Hijo de Dios. No entendían mucho, pero vieron las grandes obras del Rey de Reyes porque creían en El. Por eso dice la Escritura:

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:4-5)

Vos y yo no tenemos excusa. Podemos ser héroes de la fe, no necesitamos un título en teología o muchos años de ministerio. Solamente necesitamos dejar de pensar en el hambre, la enfermedad o el mar en tempestad y mirar a Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, el Sanador, el que resucitó y reinará por siempre, ante quien toda rodilla se doblará y confesará que El es el Señor. Los héroes de la fe murieron creyendo la promesa que el vendría, nosotros vivamos creyendo la verdad que el vino y nos dejó a su Espíritu quien nos guía a esas hazañas de fe en el Nombre de Jesús.

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