viernes, 15 de marzo de 2013

Reflexión viernes 15 de marzo de 2013


¿QUÉ ESPERA DIOS DE MÍ?

Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó, 6y para su expiación traerá a Jehová por su pecado que cometió, una hembra de los rebaños, una cordera o una cabra como ofrenda de expiación; y el sacerdote le hará expiación por su pecado. 7Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto. 11Mas si no tuviere lo suficiente para dos tórtolas, o dos palominos, el que pecó traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina para expiación. No pondrá sobre ella aceite, ni sobre ella pondrá incienso, porque es expiación. (Levíticos 5:5-7,11)

Esta reflexión está basada en un artículo que leí que está muy bueno y quiero compartirlo con ustedes. En el antiguo testamento, cada sacrificio estaba bien especificado. Pero cuando alguien pecaba contra Dios el sacrificio tenía algo así como que una escala a seguir. Cualquiera pensaría que la escala para sacrificios era en base a la gravedad del pecado, pero no. En Levíticos se menciona que el sacrificio era en base a la capacidad de la persona. Si alguien tenía suficiente para poner un cordero, eso le tocaba; pero si sólo podía dos tórtolas (aves) entonces eso; y si ni eso, entonces con lo que pudiera.

Esto es muy significativo porque Jesús reiteró el mismo principio:

Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 48Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. (Lucas 12:47-48, énfasis añadido)

Dios no espera que todos seamos como Pablo o como Billy Graham; pero espera que hagamos lo que Él nos dio la capacidad de hacer. Él te ha dado dones, talentos y muchas oportunidades para que le sirvas. También te ha dado poder para tener la victoria sobre tus tentaciones y la fortaleza en tus debilidades. Dios nos no nos va a preguntar por los mares que no abrimos o los muertos que no resucitamos (a menos que te haya llamado a eso); pero si nos va a preguntar por los amigos que tuvimos que no les predicamos, por los prójimos quienes no amamos, por los talentos que enterramos.

No esperes a estar en una plataforma con un micrófono para predicar, o ser el gerente de una empresa para donar a los necesitados,  o tener a tus hijos para amarlos. Predica y bendice hoy a los que están a tu alrededor; ayuda a los compañeros o vecinos que tienen necesidad; ama a tus padres/hermanos que te irritan. No quieras ser Moisés, David o Pedro. Sé la mejor versión de vos mismo que podas ser, honra a Dios con lo que tenés ya y con la oportunidad que tengas hoy; y vive a tu máximo potencial. Eso es lo que Dios espera de vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario