EL CLASICO: VERSIÓN BÍBLICA
Estamos a un día de ser espectadores o detractores del
clásico español de futbol. Ahora, a muchos no les interesa para nada y mas bien
se molestan de ver como la ciudad de San Pedro Sula se vuelca tanto por un
partido que se da cada tanto tiempo. Pero lo menciono porque en la Biblia
siempre hubo un enfrentamiento que se daba cada tanto tiempo, la diferencia es
que ese clásico siempre tuvo y hoy día sigue teniendo, el mismo ganador.
Seguramente en casi todos los libros de la Biblia vamos a
encontrar una ocasión de cuando Dios venció al Diablo, al pecado, a dioses
falsos, etc. pero hoy sólo quiero mencionarles dos:
Jonás y el gran pez
La historia de Jonás es muy conocida, y todos los que fueron
al MJP este sábado pasado, ¡leyeron el libro entero! Y sabemos que Jonás era un
hombre honesto, pero rebelde, y desde toda perspectiva humana incapaz de servir
a Dios. Ahora, cuando Dios mandó a Jonás a la ciudad de Nínive, capital del
reino de Asiria, Jonás desobedeció. La consecuencia: fue tirado al mar y “un
gran pez” se lo tragó.
Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y
ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.17 Pero Jehová tenía preparado un gran
pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres
noches. Jonás 1:16-17
Entonces oró Jonás a Jehová su Dios
desde el vientre del pez… 10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a
Jonás en tierra. Jonás 2:1,10
Luego Jonás fue a predicar y todo el pueblo de Nínive se
arrepintió. Voy a decirlo de otra forma: un pueblo pagano, rendido al pecado,
hizo ayuno total durante tres días (hasta los bebes y animales) porque tuvieron
temor de Dios. ¿Será que Jonás era muy persuasivo? Sabemos que originalmente ni
siquiera quería ir. ¿Qué hizo que este pueblo pagano tuviera temor del Dios
verdadero? No se si esa fue la única razón, pero algo que ayudó fue el hecho
que Dios venció a su dios falso. Los asirios adoraban a Dagón. Y Dagón era nada
más y nada menos que un dios pez. Según su creencia era mitad hombre y mitad
pez y era su deidad máxima. Pero cuando llega Jonás, el profeta de Dios, luego
de estar tres días y tres noches en el vientre de un gran pez, sale vivo. Esto demostró
Quien era el Dios verdadero, no un “gran pez”.
Jesús y la muerte
Entonces respondieron algunos de los escribas y de los
fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.39 El respondió y les dijo: La
generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino
la señal del profeta Jonás.40 Porque como estuvo Jonás
en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del
Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.41 Los
hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la
condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he
aquí más que Jonás en este lugar. Mateo 12:38-41
Al igual que Jonás estuvo dentro del pez tres días y tres
noches y fue devuelto, Jesús estuvo tres días y tres noches muerto y resucitó. Hace
dos mil años, hubo una victoria que determinó el resultado final del clásico y
Cristo es el vencedor. La muerte no pudo con él, el pecado nunca lo conquistó,
y ahora vive y reinará por la eternidad. Resulta que tenemos un Dios poderoso y
un Salvador victorioso, ¿qué nos impide ser también vencedores? Necesitamos a
Dios, y Él proveyó a su Espíritu Santo para que morando en nosotros nos de Su
poder y Su victoria. Y podamos decir:
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó.
Romanos 8:37
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