CUANDO LA LUZ SE ENCUENTRA CON LA OSCURIDAD
Leer Hechos 9:1-19
Creo que no hay historia que refleje tan literalmente y tan bien esta verdad que la vida de Pablo. El título de esta reflexión es de un álbum de Tenth Avenue North, pero lo podemos ver tan claro en la vida de Pablo que me pareció el título más conveniente para esta ocasión.
Sé que en nuestras vidas hemos cometido muchos errores, sé que hay heridas en nosotros que no han encontrado su sanidad, pecados que no hemos podido olvidar, recuerdos que no hemos podido borrar de nuestras memorias, culpas que no hemos podido superar a pesar de saber que Cristo nos perdonó, debilidades que aún nos preguntamos cuando se irán.
Y pareciera que no es suficiente lo que hemos hecho para poder hacer que todas estas cosas se vayan.
A mi en lo personal muchas veces me costó aceptar mis errores y dejarlos atrás, y todavía hay veces que me cuesta, pero creo que hay una persona que a través de su vida Dios me ha enseñado que no importa nada de lo que fui o de lo que hice, sino que lo que importa es lo que hicieron por mi, lo que Jesús hizo por mi, y esa persona es Pablo.
De Hechos 7: 54 a 8:3 podemos ver la crueldad y la forma en que perseguía Pablo a la iglesia y a los discípulos de Jesús.
Esa era Pablo antes de que la luz llegara a su vida. Una persona sin piedad, una persona que cometió y permitió acciones que cualquiera pudiera haber quedado marcado para siempre.
Pero en uno de sus viajes para perseguir a la iglesia, tiene el encuentro más importante de su vida, Pablo se encuentra con Jesús! Con aquel al cual él perseguía!
Y en ese momento Pablo ve como todo lo que había hecho antes, era un terrible error, ve como todo aquello que el había creído que era para ayudar a Dios, en realidad eran pecados que parecieran imperdonables. En ese momento Pablo se da cuenta que en realidad a quien él perseguía y maltrataba era a Dios mismo.
Dice la Biblia en Hechos 26:13 cuando Pablo esta relatando personalmente su conversión, que el sol estaba en su cenit, el cenit es cuando el solo esta en lo más alto del cielo y es la hora más clara del día. Carlos Diaz del Valle lo describe como" el punto exacto de intersección de la bóveda celeste y la vertical que pasa por el ojo del observador". Es el momento del día cuando más luz podemos ver del sol. Pero en ese momento a Pablo se le aparece una luz mucho más fuerte que toda la claridad del día, más resplandeciente que la misma luz del sol! Pablo quedó varios días ciego por la intensidad de la luz que vio, pero eso fue lo que menos le importó al escuchar la voz de Jesús hablándole y llamándolo!
Esa era luz de Jesús que había alumbrado la vida de Pablo! Pablo había conocido esa luz que echa fuera toda oscuridad!
Pablo tenía un pasado del que cualquiera pudo haber estado avergonzado, cuantas heridas o cuantos pecados pudo haber estado cargando después de ese momento. Cuando veo y me pongo a pensar en la misericordia de Dios y ese amor tan maravilloso que perdono a Pablo me doy cuenta que muchas veces lucho con cosas que ya no tengo que estar luchando y que Dios no quiere que siga luchando porque él ya me perdonó y él ya las quitó! Porque esa misma luz que entró a la vida de Pablo, entró a la mía también! Me di cuenta que no se trataba de mi, se trataba de Dios!
Y yo se que todos tenemos esas luchas y problemas, pero lo peor que podemos hacer es esconderlas o hacer como que todo esta bien y ponernos máscaras de perfección para que no nos veamos avergonzados,
pero la verdad es que la sanidad empieza cuando las confiesas, cuando aceptas que no estas bien y se las entregas a Dios para que el haga la obra. Cuando Pablo llegó a conocer la verdad de que lo que importaba, de que lo único que importaba, era lo que Dios había hecho en su vida, pudo sentirse perdonado por Dios y a pesar de que siempre tenía debilidades y errores como todos nosotros porque era humano, nunca escondió lo que sentía, sino que se maravillaba del poder de Dios a través de esas debilidades y se refugiaba en ese amor que solo podía venir de Dios.
Pablo pudo haber elegido el sentirse culpable toda la vida por lo que hizo, y dejar de servir a Dios, pero Pablo eligió lo mejor, reconocer que la luz de Dios lo había hecho nuevo! Como Pablo tenemos que entender que si hay muchas cosas que nos pueden hacer sentir culpables y avergonzados pero como Pablo al arrepentirse de ellas podemos llegar a aferrarnos de esa sangre que limpia todo pecado que una vez hicimos!
Pablo pudo haber puesto mil excusas, pudo haberse encerrado toda la vida y no salir, por sus pecados, por sus heridas o por su culpa! Pero Pablo obedeció a aquella voz que lo llamaba! Ahora te pregunto vas a dejar que la culpa y tus debilidades te impidan ver que Dios quiere cambiarte? Vas a dejar que las cosas que hiciste una vez te impidan servir a Dios?
Esto no se trata de lo que hiciste, sino de lo que Jesús hizo por ti. Deja que esa luz que iluminó la vida de Pablo, la cambió, la transformó, y la uso de maneras impresionantes, también haga lo mismo contigo! Porque no hay oscuridad o tiniebla que pueda quedar cuando la luz de Cristo llega nuestra vida!
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