SABIENDO LA RAZON
LEER
GENESIS CAPITULOS UNO AL DOS
“Tomo, pues, Jehová Dios al hombre, y lo
puso en el de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mando Jehová Dios al
hombre diciendo: de todo árbol del
huerto podrás comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día
que de el comieres; ciertamente morirás….” Génesis
2:15-16
Los primeros días de existencia del hombre son
un enigma en tantas maneras, ósea si realmente nos ponemos a pensar en todas
las cosas que podríamos preguntar al respecto, tendríamos que escribir libros y
libros, y siempre quedarían más preguntas aun sin contestar, pero hay dos
verdades que Dios nos dice claramente en el relato del principio, de la
creación, y son don verdades que de simplifican mucho nuestras vidas:
1.
Él quería que el hombre fuera
feliz, dichoso, en la tierra que El creo para él, porque precisamente todo
cuanto existe fue hecho para ser disfrutado por la humanidad.
2.
Dios fue claro y explico el porqué
de los límites que puso en relación a la creación.
Y es aquí donde me quiere detener un rato
porque leyendo el relato de la creación del ,mundo y de la humanidad en si
misma, es increíble la cantidad de cosas hermosas que Dios creo, es asombroso
de verdad, ponernos en los pies (porque no tenía zapatos) de Adán, e
imaginarnos como se sintió la primera vez que vio a un pájaro volando sobre los
cielos, la primera vez que vio una naranja, o una manzana y porque les llamo de
esa manera, porque recordemos que Dios le encomendó la tarea de ser cuidador de
la creación pero también la tarea de nombrarla, y es increíble, porque yo me
pongo a pensar en mi persona y como reacciono la primera vez que veo un paisaje
o un animal o cualquier parte de la naturaleza, imaginémonos entonces a Adán
cuando todo absolutamente todo era nuevo para el, que emocionante y a eso que de por si ya es maravilloso le
sumamos aun algo mas maravilloso, el podía caminar y conversar con Dios todos
los días, cuando el quisiera!! Y Dios le dice de manera tan clara, todo es tuyo
solo no comas del árbol de la ciencia del bien y del mal, y no se lo dice como
el típico papa al niño, que el hijo le pregunta porque y el papa dice porque yo
digo, no, le explica, le dice que si come de ese árbol, morirá y sin embargo,
el hombre y la mujer, desprecian todo lo descrito anteriormente por ceder ante
la tentación y el engaño de una culebra, pero también porque les fue demasiado atractivo lo que no podían
entender, y lo que no podían tener.
Es tan raro como más de dos mil años después
todavía seguimos despreciando o haciendo un lado las cosas hermosas, seguras y
llenas de bendición que tenemos en El, por probar la excitación de lo que no
conocemos y lo que esta fuera de los límites y constantemente nos hacemos la
pregunta ¿hasta dónde podre llegar? Aun cuando ya sabemos que ese camino nos
lleva a la muerte!