viernes, 15 de febrero de 2013

Reflexión viernes 15 de febrero de 2013


JESUS, EL MEDICO PERFECTO

El marte fui al quinesiólogo porque me hice un esguince en el tobillo izquierdo jugando futbol. (¿cuántos se sienten identificados?) De hecho había ido el sábado y me tuve que ir sin que me atendieran porque había mucha gente; el martes también pero estuve 3 horas esperando desde las 5:00AM hasta que me atendieron. En lo que estaba ahí me acordé que el pie derecho me había molestado un poco un par de días atrás y luego que me trató el tobillo izquierdo me revisó el derecho. Resulta que lo que tenía ahí era mucho peor. Tenía unos metatarsianos (huesos del pie) en una posición que si no era corregida, se me deformaría el pie y los dedos con el tiempo. Me sorprendió porque casi no se lo menciono y no me hubiera tratado el problema más serio por enfocarme en el problema más obvio.

Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. 3Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí; Éste blasfema. 4Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? 6Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7Entonces él se levantó y se fue a su casa. (Mateo 9:2-7)

Aquí todos vieron un paralítico. Pero Jesús, el médico de médicos, vio un pecador que necesitaba perdón. Si Jesús hubiera sanado inmediatamente aquel hombre tal vez no hubiera sido tratado su problema más serio. Pero Jesús, que conocía su corazón, trató primero eso y luego su problema “evidente”. ¿Qué hay de nosotros?

¿Cuántas veces le has fallado al Señor en tu debilidad o en algo que no te imaginas como te descuidaste? Pero tal vez ese pecado es la consecuencia de un problema más grave, tal vez el problema real ha sido una deficiente relación con Dios. ¿Qué pasa si en tu corazón crees una mentira? Actúas en base a esa mentira y después condenas tu comportamiento, y sí, está mal, pero lo que realmente necesitas es conocer la verdad que nos hace libres y luego tu comportamiento cambiará también. O tal vez te quedaste sin trabajo y estás orando por provisión y no viene respuesta, tal vez Dios está tratando con vos porque había idolatría en tu corazón o tal vez simplemente necesitas aprender a depender más de Dios. Sea cual sea la situación que estés viviendo, preguntale al Señor si ¿hay algo detrás de eso? Preguntate si estas creciendo en el proceso o sólo queres salir ya del problema sin que haya un cambio real en tu interior. Jesús es el médico perfecto y antes de sanar cuerpos o arreglar problemas, vino a restaurar corazones. 

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