Reflexión Lunes 11 de Febrero

Lucas 22:39-46

Este ultimo sábado  fue noche de testimonios, de lo que Dios había hecho en el campamento. Fue increíble escuchar cada uno de los testimonios. Yo no fui al campamento, tenia entrega de un proyecto y lastimosamente no podía ir, le ore a Dios por si abría las puertas pero fue raro porque ya sabia que su voluntad era que yo me quedara.

Todos los testimonios me impactaron pero fue uno con el que me relacione. Y es que la razón por la cual yo sabia que la voluntad de Dios no era que este en el campamento es porque quería un tiempo a solas conmigo (y no es que en el campamento no lo iba tener).  Pero Dios me quería totalmente solo. Me costaba sentir a Dios, y le oraba y me costaba, sentía que mis oraciones no pasaban del techo así que Dios me dijo algo: Que orara y estuviera en su palabra no 1, ni 2, sino que literalmente lo buscara tres veces al día y estar solo en la casa ayudo. El minuto que hacemos algo por Dios, el diablo mueve sus piezas para detenernos, no antes ni después, al instante que queremos hacer algo por Dios.

Dios es fiel y puedo decir que tengo una relación con Él. Su voluntad siempre es la mejor y el siempre estará en las horas mas oscuras aunque cueste verlo. El pelea por nosotros.