miércoles, 20 de noviembre de 2013

Reflexión miércoles 20 de noviembre de 2013

Filipenses 1:6

La mayor parte de mi tiempo de oración se centra en mí. Me refiero a que, analizando bien lo que oro, ¿cuánto tiempo NO se trata de mí? Por ejemplo, pido perdón por mis pecados, me arrepiento de todo corazón, le presento a Dios todas mis necesidades, pido su ayuda para que yo pueda cumplir su voluntad. Si somos honestos, muchas veces nuestras oraciones no son tan Cristo-céntricas, enfocándonos sólo en darle gloria, sólo en adorarlo; o tal vez en pedir por nuestros hermanos que están pasando necesidad, o en orar por Honduras. Muchas veces oramos solo por nosotros y lo que hacemos o queremos. Está bien pedir por uno mismo, pero también tenemos que orar por muchas más cosas aparte que  la oración es más que sólo pedir

Pablo era un hombre que le entendía al trámite. Si te fijas en sus cartas, siempre decía “cuando pido por ustedes con gozo”, o “cuando me acuerdo de ustedes en mis oraciones” o “en mis lágrimas por ustedes”. Siempre tenía presente a sus hermanos, y precisamente en una de esas hermosas cartas, a los Filipenses, se  encuentra uno de los versículos que más me gusta.

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; (Filipenses 1:6)

Cuando lo leía el otro día, casi automático empecé a pensar en la obra de Dios en MI VIDA, pero Dios me abrió los ojos que ese versículo era mucho más que la obra que Dios perfeccionará en mí.

Primero fíjate que no empieza con mayúscula jeje, porque es la segunda parta de una oración en la que precisamente, Pablo está hablando de sus oraciones por de los Filipenses y de la comunión de ellos.

Pero segundo y más importante: nota donde dice que Dios perfeccionará la obra… hasta… el DÍA DE JESUCRISTO. ¿Qué es esto? ¿Cómo será? Es un tema bien amplio, pero en resumen, será un día cuando ya no necesitaremos seguir “mejorando” o “siendo perfeccionados” porque la perfección de Cristo finalmente se verá reflejada por completo en nosotros. Será un día donde la obra no estará en proceso, porque será finalmente completada en Cristo y no necesitaremos de nada ni nadie más. El sol perderá su propósito, nuestros deseos desvanecerán, el pecado será erradicado y le veremos tal y como Él es.


Entonces, en vez de pasar tanto tiempo pidiendo por nosotros, pasemos mejor tiempo conociendo a Jesús. Mientras más te acercas a Él, más se refleja en vos su pureza y justicia, mientras más lo ves a Él, más insignificantes se vuelven tus problemas y ves que Dios tiene el control. Estoy convencido de esto, que el día de Jesucristo, su perfección será completa en nosotros y su luz apagará toda oscuridad. De eso quiero hablar con Cristo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario