domingo, 23 de octubre de 2011

SU MISERICORDIA


Leer 2 Samuel  Caps. 11-14

“Entonces dijo David a Natan: Peque contra Jehová. Y Natan dijo a David:
También Jehová ha remitido tu pecado, no morirás...” II Samuel 12:13

Hace algunos días habías hablado de el pacto que Dios hizo con David y como en este pacto, Dios le había prometido que su misericordia nunca se apartaría de su casa, pues en esta ocasión acabamos de ver una prueba real de esta promesa, ya que como vemos en el versículo, David merecía la muerte por lo que hizo con Betsabe y su esposo.

Me pregunto al leer este versículo ¿Cuántas veces tendría yo que estar muerto ya? Si en serio, pensemos por un momento, si el trato de Dios con los hombres fuera el mismo que en aquella época, ¿estarías vivo? Por lo menos yo no creo, he cometido a lo largo de mi vida tantos errores, que errores, pecados que yo creo que Dios hace rato me hubiera llevado, solo para evitar que siga metiendo la pata, sin embargo no lo ha hecho, porque cree en mi y esa confianza y esa misericordia sin fin, fue una promesa dada a David, pero ¿Por qué? Ya sabemos que David tenía un corazón conforme al corazón de Dios, pero es quizás en este salmo que leeremos a continuación donde más se nota, su pasión y su desesperación por la presencia de Dios, más que por su bendición!! Él realmente amaba estar con Dios, a pesar de que era un hombre pecador.

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;

Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

2 Lávame más y más de mi maldad,

Y límpiame de mi pecado.

3 Porque yo reconozco mis rebeliones,

Y mi pecado está siempre delante de mí.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,

Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 NO ME ECHES DE DELANTE DE TI,

Y NO QUITES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU.

12 VUÉLVEME EL GOZO DE TU SALVACIÓN,

Y espíritu noble me sustente

Este es solo un fragmento del salmo 51, este salmo David lo escribió después de que Natan hablo con él y lo reprendió por su pecado, este Salmo refleja el momento cuando David se dio cuenta que había pecado y que ya no sentía la presencia de Dios.

Hay algo interesante, cuando buscamos a Dios, hay veces nos cuesta concentrarnos, nos cuesta enfocarnos en su presencia, pero cuando el llega sabemos que esta, ¿no es cierto? No hay duda alguna de que el llegó, pero ¿Qué pasa cuando se va? Ni cuenta nos damos, estamos tan metidos en nuestras cosas que no nos dimos cuenta que El se fue, David no se dio cuenta, Betsabe era más importante para él en ese momento, pero Dios envió a Natan y cuando David supo que estaba perdiendo la presencia de Dios…¡¡clamó y El oyó!!

Señor que tu misericordia nunca se acabe para nosotros, pero también danos ese corazón de David que anhela y se desespera por tu presencia y la busca ¡¡hasta el final!

Nota: escribe en tu cuaderno tu propio Salmo 51 y expresale a Dios lo que su presencia significa para ti.

1 comentario: