En Efesios
6 Pablo les pide a los cristianos de la iglesia en Éfeso que se amarren con el
cinturón de la Verdad. Los soldados de la antigua Roma utilizaban un cinto que
cumplía dos funciones uno darles libertad de movimiento y otro es proveer un
lugar donde colocar su espada.
Esta es una
comparación muy interesante. Jesús les
dijo a los judíos de aquel tiempo que conocerían la verdad y que sería la
verdad la que los haría libres. Si lees todo el pasaje podrás notar algunas
cosas interesantes sobre la verdad.
En primer
lugar la verdad te permite abrir los ojos a lo que no agrada a Dios – es decir
al pecado. Los que habían llevado a la mujer adúltera ante Jesús se creían más
justos que Jesús mismo v. 5. A los que habían empezado a decir que creían en Jesús
creían que eran libres (y eso que estaban bajo el mandato de Roma y más aún del
pecado v. 34).
Cuando te expones
a la verdad y decides aceptarla, tus ojos se abrirán y podrás ver tu condición
de pecador. Muchas veces dejamos pasar cosas en nuestra vida porque no se ven
tan malas, o creemos que quizás a Dios no le importa. Eso es auto engañarnos.
Solo cuando descubrimos la verdad veremos que somos esclavos del pecado.
Pero la
historia no termina allí. Una vez que abres tus ojos a la verdad verás que ser
esclavo del pecado no es tu única opción, Jesús mismo les indicó que con su
muerte al ser “levantado” como lo fue en una cruz, rompería la esclavitud del
pecado v. 28. Ya no tienes que seguir siendo esclavo, si el hijo te liberta serás
verdaderamente libre v. 36. Sino miren a la pobre mujer arrastrada ante Jesús. Él le
dijo: “ni yo te condeno, vete y no peques más” v.10 y Romanos 8:1. Toda una vida de pecado
restaurada con esta frase.
El diablo
intentará de todas las maneras posibles de alejarte de esta verdad. Te
convencerá de pecar y luego te empezará a acusar de cuan sucio eres, cuan
indigno eres de merecer el perdón y amor del Señor, como nunca por más que lo
intentes podrás salir de ese pecado con el que estás lidiando, como estás marcado de por vida. Sin embargo,
recuerden – él es padre de mentiras y nada de lo que diga le debemos prestar
atención. Su palabra que es Verdad, es lo que te hace libre.
Es en ese
momento cuando el Cinto de Verdad, al igual que el cinto romano
permitía guardar la espada, te permitirá apropiarte de las Promesas encontradas en la Espada
del Espíritu que es la Palabra de Dios.
Tu momento
de decisión llegó, ¿qué escogerás? Elegirás creerle a Dios a sus promesas, al hecho que él te Ama tanto
como para morir por ti, que Nada en el Mundo podría apartarte de su Amor (Romandos 8:35) elegirás la verdad o le creerás a las mentiras del
diablo.
Anota en tu
diario lo siguiente:
- Que cosas habías estado creyendo que no eran pecado y Dios te ha mostrado que si lo son.
- Que mentiras el Diablo te ha estado diciendo para hacerte sentir que aún eres esclavo del pecado.
- Que promesas encuentras en su Palabra que necesitas pegártelas a tu cinturón y apropiarte de ellas.
Les comparto el video de una canción “algo
viejita” en inglés pero que narra la historia de como un preso encuentra su libertad en Cristo.
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