sábado, 15 de febrero de 2014

Reflexión Sábado 15 de Febrero

UNA GENERACIÓN DE SAMUEL 

LEER SAMUEL 2:12-4:1

"...y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días." (3.1)

En estos capítulos encontramos la historia de Samuel siendo llamado por Dios.  Pero una de las cosas que más me llama la atención es la forma en que comienza el capítulo 3, en tan pocas palabras se resume la condición del pueblo de Dios. No había que leer mucho para conocer cual era la situación en que se encontraba. Una de las cosas que pasa cuando no escuchamos la voz de Dios, es que no tenemos dirección y el pueblo se estaba apartando de Dios por poner cosas y dioses en el lugar de Dios. Esta era el ambiente en que a Samuel le tocó crecer. 
El pueblo estaba en picada, Dios no se les revelaba como antes lo hacía. Te imaginas lo que sería nuestras vidas sin la palabra de Dios? Sin una voz de amor que nos recuerde todos los días que nos ama? Sin una voz de consuelo, de paz, sin las palabras de esperanza y de guía que encontramos solo en Dios? Sin la voz de Dios una vida carece de sentido y se pierde del camino correcto. Samuel era un joven cuando todo esto pasaba pero lo que me encanta de esta parte de la historia de Samuel, es la forma en que el tercer capítulo termina.

"y Jehová volvió a aparecer en Silo porque Jehová se manifestó a Samuel... y habló a todo Israel" (3:21)

 Esta frase es impresionante! Denota un cambio y expresa detallada y deliberadamente  porque la situación del pueblo no era la misma... Porque Jehová se había revelado a Samuel! 
La palabra de Jehová había regresado al pueblo pero esto ocurrió por lo que un jovencito, estuvo dispuesto a hacer y a evitar hacer!
Y hay mil razones por las cuales Dios usó este chavo para llevar su palabra como antorcha en medio de la oscuridad de su pueblo, pero hoy solo quiero compartirte una que creo que se asemeja mucho a lo que estamos viviendo. 

Los hijos del Sacerdote Elí, los que ocuparían el lugar de su padre, ministraban a Dios presentando en el altar las ofrendas del pueblo, en otras palabras servían a Dios en su casa. Este era uno de los puestos de más privilegio en Israel, y eran las personas que estaban delante del pueblo para representarlo delante de Dios. Un puesto como este, requería una gran responsabilidad pero ellos miraban sin importancia lo que para Dios era santo y los pecados que estos jóvenes cometían eran terribles.
La Biblia nos narra con detalle la forma en que ellos se robaban las ofrendas que el pueblo traía a Dios. No le estaban robando al pueblo, estaban robándole a Dios y haciendo de una ley santa un circo. Y no solamente eso, sino que teniendo a su carga la casa de Dios dormían con las mujeres que cuidaban la puerta del templo y todo el pueblo lo sabía. Y aquí es donde entra Samuel, porque es interesante el marcado contraste que la Biblia hace entre Samuel y los hijos de Elí, mientras que de estos dos se dice que menospreciaban lo santo de Dios, de Samuel se dice que crecía y que Jehová estaba con Él. Samuel tenía el peor ambiente, el peor ejemplo, e incluso ni la mejor enseñanza pero este joven decidió que su compromiso con Dios era más fuerte que todo lo que pudiera estar a su alrededor. No importa  lo que este mundo haga, lo que nuestros ojos miren de ejemplo, ni lo que otras personas ajenas enseñen, nuestro compromiso con Él debe ser más fuerte. Dios esta buscando una generación que se tome enserio sus cosas, que no tome a la ligera sus compromisos y que no negocie con jugar con su gloria. Bien dice la Biblia que Dios honra a los que le honran! y Samuel honró la responsabilidad que tenía. Y perdón si es fuerte pero las cosas de Dios no son un juego que vos y yo podamos tomar. Creo que estamos acostumbrados a tomar la palabra compromiso a la ligera, pero dar lo mejor de nosotros es algo que Dios recompensa! 

No se donde necesitas que la palabra de Dios llegue, entre y se haga viva. No se donde necesitas que Dios vuelva a aparecer. Pero lo que si se es que cuando un hombre, un grupo de jóvenes, o una generación se levante como Samuel, lo que estaba muerto vivirá, lo que parecía perdido se recuperará y la presencia de Dios que lo cambia todo regresará. Mi familia necesita que Dios vuelva a aparecer, mi iglesia necesita que Dios vuelva a aparecer, mi ciudad necesita que Dios tome su lugar. Pero solo la obediencia personal y el crecer en Dios pueden hacer el cambio. 
Confío en que un día se escribirá: 

"y Jehová volvió a aparecer en San Pedro Sula porque Jehová se manifestó a los jóvenes de la Pier".

Y puedes ponerle tu nombre si querés porque Dios te esta llamando a llevar su palabra a lugares que nunca la ha llevado. Dios elige personas comunes y corrientes para hacerlo. 
La última frase de este pasaje termina diciendo que Samuel le habló a todo Israel, no se quedó en Silo, Dios lo llevó a todo su pueblo! 

Y lo que Dios demandó a Samuel a tan corta edad es lo que demanda hoy de nosotros hoy. Dios quiere que lleves su palabra a todo su pueblo. Te quiere usar para restaurar vidas, corazones, iglesias, ciudades y naciones. "y no dejaré caer a tierra ninguna de tus palabras porque yo estoy contigo". (3:19)